Para ‘Don Goyo’ a todo el pueblo

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Para 'Don Goyo' a todo el pueblo
  • Ante las recientes alertas por la incesable actividad del Popocatepetl, comunidades cercanas al volcán exigen apoyo por parte de las autoridades.
ANTONIO BARANDA / AGENCIA REFORMA

SAN NICOLÁS DE LOS RANCHOS, PUEBLA.- “Aquí parece que no tenemos autoridad”, suelta molesto Maximiliano Meléndez mientras barre la ceniza lanzada por el volcán Popocatépetl que se acumuló durante la noche enfrente de su casa.

Sobre la Calle 5 de Mayo, a una cuadra del centro del pueblo, el comerciante se queja de que no hay señalización adecuada, tampoco camionetas para alejar a los pobladores de las faldas del volcán en caso de emergencia.

“Nos dicen: ‘ya están las unidades’ (para evacuar), pero no las vemos, lo más cordial es que el Gobierno traiga unas 20 unidades, por precaución, porque realmente aquí no hay nada”, lanza.

“Estarán en Puebla, pero no aquí, en los pueblitos, nada, ¿Se imagina si tenemos que salir rápido? No vamos a poder ¿Dónde están las unidades? No hay nada, ¿Qué nos pasaría?”.

La autoridad local, sostiene el hombre de 42 años de edad, ha estado ausente: no ha dado recomendaciones a la población, tampoco ha convocado a alguna asamblea informativa y su personal apenas repartió algunos cubrebocas en días pasados.

“No han avisado nada, no hay hecho una junta general para dar indicaciones, no se sabe nada, a nosotros nos daría gusto que el Presidente Municipal dijera: ‘vamos a hacer una junta para ver lo del Popo’, pero de él no sale nada, hasta ahorita no dice nada”, machaca.

“Esperamos que no pase a mayores, yo soy de los que sí se saldría en caso de evacuación; pero, mientras tanto, acá nos mantenemos tratando de sacar el trabajo”, agrega afuera de su local de botanas.

Este pueblo, uno de los más cercanos al volcán -del lado de Puebla- trata de hacer su vida cotidiana, pero las afectaciones comienzan a ser evidentes: en los últimos días, cuentan los vecinos, cientos se fueron a otros pueblos por la caída de ceniza.

Las calles están llenas de polvo volcánico y, a pesar de que los vecinos lo recogen hasta tres veces al día, se levantan polvaredas al paso de vehículos y de personas; además, decenas de comercios cerraron desde la semana pasada por la falta de clientes.

“Ayer (lunes) no vendí nada, hoy (ayer) no sabemos. Sobrevivimos, la verdad, porque hacemos otras cosas, porque si no, quién sabe, esto está espantoso”, expresa Doña Antonia Castillo mientras limpia el polvoso mostrador de su comercio.

“Este fenómeno trae muchas cosas, la comunidad está paralizada porque no hay comercio, no hay nada, mucha gente se salió y los que seguimos acá estamos abocados a juntar la arena, para que no se nos tapen las alcantarillas, pero sí está un poco complicado para todos, esperemos esto pase pronto y no pase a mayores”.

Al día siguiente de que autoridades estatales y federales visitaron la zona, incluido el Gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, en el pueblo no se observan puntos o brigadas de atención y los letreros de señalización son escasos y poco visibles, mientras el acotado despliegue policial y militar se limita a los caminos.

“La verdad, las autoridades han estado mal, porque en un caso de contingencia para salir sería complicado, hay calles muy dañadas, no hay señales, cuando ahorita se debería de preocupar el Gobierno por arreglar esta situación. Somos muchos habitantes y, si tuviéramos que salir, yo creo que hasta nosotros ocasionaríamos algún accidente”, considera.

“Hay muchas personas que tienen su vehículo, pero muchas no lo tienen, entonces ellos no tendrían cómo salir en el momento. Podrían pasar muchas cosas, entonces es necesario que el gobierno realmente se preocupe de esto, pero yo veo que no”.

A Enedina Cantero le preocupan los caminos ante una posible evacuación, pues está lleno de “topes”; hay tramos de la carretera Paso de Cortés en los que hay apenas 20 o 30 metros de separación entre uno y otro.

“Están los albergues en Cholula y las vías de evacuación, lo que a mí me preocupa un poco es que la ruta de evacuación tiene demasiados topes, entonces eso sí estaría bien que, o los hacen más pequeños o que pongan vibradores”, sugiere la mujer de 48 años.

“Porque unos parecen bardas, son muy altos, entonces en caso de contingencia no se puede; ayer (lunes) yo venía de Puebla e iba un carro tras otro, imagínese si van así pegados, con los topes y la prisa, puede haber un caos”.

Cantero subraya que el aumento de la actividad de “Don Goyo” está afectando a todos por igual en el pueblo, desde los comercios hasta la actividad escolar, que está suspendida.

“No le echan ganas (las autoridades), no lo están haciendo bien porque no han traído nada de camionetas, por ejemplo, nomás dicen, pero nada de nada; no hay apoyo para la comunidad cuando también ha estado duro lo de la (caída de) ceniza”, agrega el comerciante Roberto Meléndez, de 57 años.

“Sólo nos dijeron que estemos preparados con los papeles, a ver qué pasa con esto que ha estado fuerte; con la ceniza nos arden los ojos, la garganta, sí está afectando la ceniza, pero afortunadamente ya bajó, en la noche es cuando se ve más activo”.

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