- Tan sólo entre el 8 de julio y el 2 de agosto de este año, 14 trabajadores del volante han sido ultimados a balazos en distintos municipios.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Las organizaciones criminales que tienen bajo su control distintas regiones de Guerrero, extorsionan y obligan a los trabajadores de taxis y camionetas Urvans de transporte público a cerrar vías de comunicación y los asesinan cuando no acatan la orden.
Tan sólo entre el 8 de julio y el 2 de agosto de este año, 14 trabajadores del volante han sido ultimados a balazos en distintos municipios y cuatro de ellos quedaron calcinados al interior de sus unidades, tras ser incendiadas por criminales.
El mes pasado, la pugna entre “Los Tlacos” y “Los Ardillos” provocó la quema de 10 unidades y el asesinato de 11 choferes de taxis y Urvans en los municipios de Chilpancingo, Tixtla y Eduardo Neri.
Mientras que en Tlapa, el 31 de julio dos taxistas fueron asesinados, uno durante un ataque armado en la carretera Tlapa-Marqueli y otro fue hallado en un basurero.

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Dos días después, hombres armados atacaron a balazos una camioneta Urvan y tres taxis que circulaban en la carretera federal Chilapa-Tlapa.
El chofer de la unidad y dos pasajeros murieron, además de que dos conductores de taxis resultaron heridos, y uno más está desaparecido.
Debido a estas agresiones, los transportistas suspendieron el servicio de manera indefinida en esa ruta, donde hay una disputa entre “Los Rojos” y “Los Ardillos”.
Los bloqueos
Generalmente, las bandas delictivas ordenan a los conductores bloquear las carreteas cuando hay operativos de las fuerzas federales y estatales o decomisos.
En abril de este año, por ejemplo, transportistas, Alcaldes y diputados de Tierra Caliente cerraron las vías para exigir la destitución de la Fiscal General del Estado (FGE), Sandra Luz Valdovinos Salmerón, quien ordenó el decomiso de 15 vehículos, varios de ellos de procedencia extranjera, que estaban en una bodega en Ciudad Altamirano.
Las 15 unidades, que finalmente fueron trasladadas a la FGE, presuntamente pertenecían a familiares de capos de la Familia Michoacana (FM).
El año pasado, en esa misma región, los choferes de taxis, camionetas Urvan y cientos de personas bloquearon cuatro puntos de la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano para impedir el ingreso de la Guardia Nacional, Ejército y Policía estatal que tenían la orden de catear varios ranchos propiedad de José Alfredo y Jhonny Hurtado Olascoaga, líderes de la FM.
El cateo y la posible detención de los hermanos se frustró debido a que las fuerzas de seguridad quedaron atrapadas en el bloqueo.
De acuerdo con versiones de pobladores, los miembros de la FM dieron la orden a los transportistas y ciudadanos de cerrar la vía federal y en caso de que no lo hicieran los torturarían y les cobrarían una multa.
El Puerto
Las organizaciones criminales, que desde hace más de una década controlan Acapulco, también recaban cientos de miles de pesos por el cobro de la cuota a transportistas.
En 2019, durante el Gobierno del priista Héctor Astudillo, la ciudad vivió un caos durante una semana por los bloqueos por parte de taxistas, camionetas Urvans y mototaxis.
La manifestación impulsada por el Cártel Independiente de Acapulco y “Los Rusos” tenía el propósito de exigir que varios capos, presos en la cárcel de Acapulco, no fueran trasladados a un penal de máxima seguridad.
Desde entonces, y ahora con la morenista Evelyn Salgado, las organizaciones criminales siguen provocando el terror en las calles del puerto, asesinando a choferes e incendiando las unidades, pese a que hay constantes operativos de seguridad.
El 15 de abril pasado, el dirigente transportista, Omar Reyes Campos, fue asesinado a balazos en la Colonia Las Cruces, porque se negaba a que el gremio pagara cuotas.
Apenas el miércoles, ese destino turístico vivió una de las jornadas más violentas debido a que líderes de una agrupación delictiva obligaron a choferes de transporte público a cerrar las vías del poniente de la ciudad en protesta por la detención de un dirigente criminal y por el cateo a una vivienda en la Colonia El Pedregoso.
Durante el bloqueo de los trabajadores del volante llegaron hombres armados e incendiaron 11 vehículos de empresas mercantiles, particulares y un autobús donde viajaban 16 futbolistas juveniles.
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