‘Se quita la máscara y dice: soy tu fan’

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  • Durante el asalto, dijo Miguel Bosé, intentó negociar con los asaltantes para que no separaran a sus hijos.
STAFF / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Entre el comando de asaltantes que irrumpió a su casa de la CDMX hace un mes, Miguel Bosé se encontró, inesperadamente, con un admirador de su música.

“Se me queda el jefe mirando, mira a los otros y dice: ‘Chavos, este es Miguel Bosé’. Se quita la máscara y dice: ‘Yo soy tu fan’. Te lo juro, México es un país maravilloso, pero es verdad que es muy surrealista. Entonces me quedé y dije: ‘Mira, vamos a llevar las cosas por buen camino o se acabaron los conciertos’.

“De repente se oye una voz por detrás que dice: ‘Una selfie, una selfie’. Y el jefe dice: ‘Cállate, pendejo, ya cállate’. Esas cosas que dices no es posible lo que está pasando. En ese momento tuve la sensación de que no iba a pasar nada y me entró más tranquilidad”, relató el cantante en el programa español El Hormiguero.

El asalto a su residencia, ubicada en la colonia San Bartolo Ameyalco en la alcaldía Álvaro Obregón, ocurrió el pasado 18 de octubre a las 20:30 horas, mientras sus hijos tenían una pijamada con su mejor amigo y todos estaban acostados.

“De repente me despierta alguien. Miro, veo unas caras que no reconozco y estaba encañonado con una pistola, con silenciador. Estábamos todos rodeados de gente armada hasta los dientes con metralletas y artillería pesada muy grande”, recordó el intérprete de “Amante Bandido”.

Bosé, quien presentó una denuncia formal ante la Fiscalía de la CDMX por el robo, consideró que los responsables del crimen, a pesar de haber neutralizado a su personal de seguridad, no eran profesionales pues actuaban de manera errática.

“Al final nos ataron con los lazos (agujetas) de mis deportivas (tenis)”, explicó.

“Los profesionales de verdad ni se enfrentan con las personas. Había empujones entre ellos, insultos hacia mí, pero no hubo violencia física. Yo estaba súper lúcido”.

Respaldó su hipótesis relatando que los atracadores le pidieron una cifra de dinero tan alta “que nada más la tienen los narcos”.

Durante el asalto, dijo Bosé, intentó negociar con los asaltantes para que no separaran a sus hijos (Diego y Tadeo), por lo cual los metieron en una habitación junto con una trabajadora doméstica, atados y vendados.

Mientras tanto, la estrella acompañó a los asaltantes para abrirles las cajas fuertes y que pudieran llevarse dinero y objetos de valor que había.

“En mi casa no hay dinero, nada más que para las quincenas de los trabajadores y para el día a día de las compras, porque funcionamos con tarjeta, o pedidos”.

El intérprete, de 67 años, quien se encuentra promocionando su docuserie Bosé Renacido, resaltó en su narración el valiente comportamiento de sus hijos en un momento que pudo ser traumático.

“Fueron unos campeones, en sus ojos no había nada de miedo”, afirmó.

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