‘Queremos que el mundo despierte’

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'Queremos que el mundo despierte'
  • El apoyo que Israel recibió tras los atentados del 7 de octubre se ha desvanecido, consideran los familiares de algunas de las víctimas de Hamas.
EMILIA MARTÍNEZ / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- El apoyo que Israel recibió tras los atentados del 7 de octubre se ha desvanecido, consideran los familiares de algunas de las víctimas de Hamas que están recorriendo el mundo para pedir ayuda.

“Queremos que el pueblo de México se levante y grite: ¡Basta”, dijo Diego Engelbart en referencia a los 37 días que llevan secuestradas en la Franja de Gaza su hermana, su cuñado, sus dos sobrinas y 240 personas más, entre ellas dos mexicanos.

Diego y Ricardo Grichner son parte de la delegación de familiares de víctimas de Hamas que recién llegó al País para pedir apoyo.

“Hemos venido a hablar y contar la historia de nuestras familias, para que la gente se despierte, para que el mundo se despierte, y que ayuden a nuestras familias y a las de otras 240 personas que están como rehenes en Gaza”, dijo Diego a Grupo REFORMA.

“Nosotros somos las voces de los que no pueden hablar ahora”.

Israel sufrió el peor atentado en su historia el pasado 7 de octubre cuando unos 3 mil integrantes de Hamas ingresaron al país y asesinaron a mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 240. Las sangrientas imágenes de lo sucedido así como los videos de los terroristas dentro de los kibbutz o en las calles asesinando a las personas impactaron al mundo. Sólo cuatro rehenes han sido liberadas bajo mediación de Qatar.

A decir de Ricardo, el respaldo que Israel y los israelíes recibieron recién pasados los ataques se ha desvanecido.

“El apoyo del mundo estaba muy claro, pero ahora veo que hay lugares donde el apoyo es diferente porque no entienden la situación como nosotros la vemos”, señaló.

“México es un lugar que es diferente porque México no es parte de EU, no es parte de Irán y Rusia, entonces es un lugar que puede ver las dos versiones. Necesitamos que el mundo entienda la realidad porque puede pasar en Europa, en EU, en México, o en Sudamérica”.

Piden entendimiento

A decir de Diego, México entiende lo que es tener a personas secuestradas.

 “El pueblo de México tiene mucha historia de gente que los secuestraron. Lo vimos en la calle ahora, con todas las fotos. Yo no quiero ver a ellas dos (sus sobrinas) en fotos, las quiero ver conmigo”, expresó al borde de las lágrimas.

“Nos hace falta que la gente, el pueblo de México, el Gobierno de México nos ayude a recibir a nuestras familias”.

Diego llamó a no perder el foco de los atentados como ha pasado anteriormente con otros ataques terroristas en Europa y EU.

“No se puede seguir la vida, la gente se tiene que despertar. Lo que pasó en Israel puede pasar acá, puede pasar en otras partes del mundo. ¿Qué mal le hizo al mundo una nena de 11 años?”, cuestionó en referencia a su sobrina.

“Mi hermana que estuvo enferma de cáncer hace dos meses, ¿qué mal ha hecho?”.

A decir de Ricardo, cuyo sobrino Omer fue secuestrado en el Festival Re’im, la amenaza yihadista es global.

“Los yihadistas están en contra de todo el mundo. Para ellos, los cristianos también deben morir. Empezaron en Medio Oriente, pero se va a venir a México”, consideró.

“Antes del 7 de octubre no había ningún soldado de Israel en Gaza, Israel dejó Gaza en 2005, entonces ¿por qué vinieron y raptaron a Omer?”, cuestionó.

“Estaba en un festival de música donde mataron a 260 personas, entraron ahí 100 terroristas con ametralladoras. ¿Cómo le va a ayudar esto a los palestinos? No es lógico”.

Diego reconoce y aclara que no todos los musulmanes son ISIS, o Hamas, o Hezbolá, pero son esos grupos chiquitos, dijo, los que le hacen mal a todos.

“Yo tengo una compañía muy grande y 500 palestinos trabajan para mí en la construcción, trabajo con ellos muy bien. No tengo nada contra los palestinos, pero hay un grupo, pueden ser el 10 por ciento, que pone veneno”, señaló, por su parte, Ricardo.

‘Nos da miedo que Omer esté con ellos’

A Ricardo le cuesta dormir desde el 7 de octubre. Tiene pesadillas por todos los videos que mira sobre las atrocidades que cometió Hamas. Sin embargo, no deja de verlos, porque es la única forma que tiene para obtener información de su sobrino Omer.

“Estuvimos juntos el 7 de octubre por la fiesta del Sukkot. Estuvimos juntos en la noche, y como a las 12:00, Omer dijo que iría a un festival de música con una amiga, Kim Damti (también secuestrada)”, narró Ricardo sobre los hechos de aquel día.

Omer y Kim fueron al Festival Re’im, donde también fue secuestrado el mexicano Orión Hernández, de quien tampoco se tienen noticias.

De acuerdo con Ricardo, Omer llamó a sus padres a las 6:30 horas: “Mamá, papá, escucho tiros, algo pasa acá, tengo miedo”, les dijo.

Una hora más tarde volvió a comunicarse con ellos: “Estoy en un refugio, espero que vaya a estar bien, pero estoy escuchando árabe a lado mío y tengo miedo'”.

“Esa fue la última conexión que tuvimos con él”, señaló Ricardo.

El padre de Omer trató de entrar a Gaza alrededor de las 10:00 horas, pero lo detuvo el Ejército. Dos horas más tarde recibió un mensaje de parte de un amigo quien le dijo: “No tienes que viajar a Gaza. Omer está vivo, pero no está en nuestras manos”.

El amigo había visto a Omer en un video en Telegram.

“Estuvimos buscando más videos. Entonces encontré uno en el que se veía a Omer en Gaza, estaba atado, sólo en ropa interior, y lo golpeaban con un rifle”, describió Ricardo.

“Vimos otras dos fotos que Hamas compartió en Twitter que podías ver a Omer atado, todo golpeado, pero vivo. Yo estuve en shock porque no podía hacer nada”.

Hoy, sin embargo, Ricardo no sabe si su sobrino de 22 años aún está vivo.

“(El mismo día que lo secuestraron) decapitaron personas, violaron mujeres, mataron bebés, quemaron a los padres con los nenes en las manos, a un bebé lo pusieron en el horno vivo, y todo eso lo hicieron en video y estaban orgullosos”, expuso.

“Nos da miedo que Omer está con ellos. Para mí no son personas. Yo no soy agresivo, pero si pudiera ir a Gaza podría matar a alguien del Hamas”.

‘A Yuval, ¿quien le va a dar un abrazo?’

Diego y su esposa quisieran regresar no al 7 de octubre sino al 6, porque “desde el 7 de octubre nuestra vida ya no es vida”.

La última vez que Diego habló con su hermana, Karina, fue ese sábado a las 9:30 de la mañana. Han pasado 37 días, y él todavía escucha en el oído lo que ella le dijo.

“Ella habló en silencio, pero en mi oído sonó como un grito, hasta ahora lo sigo escuchando. Me dijo que 10 terroristas de Hamas habían entrado a su casa”, recordó.

Karina se dio cuenta porque los vio en la cámara de seguridad. Ella y sus hijas, Mika, de 18 años, y Yuval, de 11 años, estaban solas en casa. Habían pasado tres horas desde que iniciaron los primeros atentados y su esposo Ronen, quien es paramédico, dejó la casa para ir a brindar ayuda. Al final, también fue secuestrado.

En tanto, Tom, de 21 años y el hijo mayor de la familia, estaba en casa de unos amigos.

“Eso es lo que le salvo”, dijo Ricardo entre lágrimas.

Fueron cinco segundos de llamada los que Diego sostuvo con su hermana, y desde ahí no sabe nada de ella.

“Las horas pasaban y a las 3:00 de la mañana del domingo, nos llamaron unos amigos del kibbutz donde viven y nos dijeron: ‘No están’. Fuimos a buscar los cadáveres porque no sabíamos, al final nos dijeron que estaban raptados”, continuó.

Ahora, dice Diego, no sabe quién les da agua, no sabe si están juntas, o cómo está Ronen.

“Si Yuval tiene miedo, ¿quién le da un abrazo?. Nuestra vida cambió. Yo soy una persona que siempre está contenta, pero desde hace 37 días no paro de llorar”.

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