- El diputado Pedro Sergio Peñaloza Pérez, de Morena, plantea que el racismo es una afrenta a la dignidad humana.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- En un despertar de conciencia colectiva, representantes de diversas facciones políticas mexicanas convergen en una mesa redonda única, iluminando el sombrío panorama de la discriminación racial. Este coloquio, convocado en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, no es sólo un recordatorio de una lucha incesante, sino también un espejo de las múltiples caras que adopta este flagelo en México. Las voces de Morena, PAN, PRI, PVEM, PT, MC, y PRD resuenan en un coro que, aunque disonante en matices, comparte un norte común: erradicar el racismo.
Pedro Sergio Peñaloza Pérez, de Morena, plantea que el racismo es una afrenta a la dignidad humana, un cáncer que ha corrompido la historia mexicana, dejando en su rastro a comunidades indígenas estigmatizadas. Resalta la importancia de legislar con una lente de inclusión, diversidad, y paridad para transformar la igualdad en una realidad tangible.
María Elena González Rivera, del PAN, encarna la urgencia de la acción. Define la discriminación como un veneno que corroe los cimientos de la paz y obstaculiza el progreso de las comunidades. Su llamado es a la educación y la unión como vehículos de cambio, invitando a un compromiso activo contra la indiferencia.
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Desde el PRI, Miriam Janeth Ladrón de Guevara González invita a una introspección sobre el respeto a los derechos humanos, recordando los oscuros capítulos de la esclavitud, el colonialismo, y la segregación. Asegura que, pese a los avances, México sigue lidiando con la discriminación hacia comunidades indígenas y afrodescendientes, enfatizando que la educación es clave en la lucha por una sociedad más justa.
Consuelo del Carmen Navarrete Navarro, del PVEM, llama a reforzar las leyes para combatir este arraigado problema, enfocándose en la inclusión y el pleno desarrollo de derechos para las comunidades afrodescendientes e indígenas, como un imperativo para lograr una sociedad equitativa.
Concepción González Molina, del PT, condena el racismo y la xenofobia como realidades sociales que persisten, urgiendo a una reflexión profunda sobre nuestros prejuicios y privilegios. Para ella, erradicar el racismo no es sólo un imperativo moral, sino una urgencia para construir un mundo más justo.
María Eugenia Sánchez Yarce, de MC, destaca la necesidad de empatía y coraje para desafiar estereotipos y promover la diversidad y la igualdad en todos los ámbitos de la vida, viendo en la solidaridad y el activismo las herramientas para desmantelar la discriminación.
Por último, Iliana Guadalupe Rodríguez Osuna, del PRD, denuncia el racismo estructural que permea la vida diaria en México, destacando la diversidad como la verdadera esencia de la riqueza mexicana. Su visión se centra en una sociedad donde la dignidad y los derechos sean inherentes a todos, sin distinción.
La discriminación racial, una batalla lejos de ser ganada, requiere de cada ciudadano, legislador y líder la valentía para construir un México donde la diversidad no sea motivo de división, sino de unión.