- Un estudio identifica a población de zonas costeras en riesgo.
VÍCTOR OSORIO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Alrededor de 6.5 millones de mexicanos viven en zonas costeras con altura de 0 a 10 metros respecto al nivel del mar, muy vulnerables a eventos climáticos extremos, incluyendo huracanes, estima el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).
Y 1.7 millones, apuntó, viven en un rango de muy baja elevación, de 0 a 5 metros.
Al adelantar los resultados de un estudio próximo a publicarse, realizado a partir de imágenes de satélite, datos geoespaciales y estimaciones de población, alertó en particular sobre el riesgo que representan los eventos climáticos para la infraestructura hospitalarias ubicada en las zonas costeras bajas.
“Las secuelas de los eventos climáticos extremos a menudo llevan a inundaciones generalizadas que destruyen tanto hogares como negocios, y que perturban servicios esenciales, incluida la atención médica”, apuntó en un comunicado.

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Detalló que en América Latina existen mil 448 hospitales en áreas costeras vulnerables por su baja elevación, 519 de ellos en Brasil y 159 en México.
En entrevista, Sabrina Juran, Asesora Regional de Población y Desarrollo para América Latina y el Caribe del UNFPA, explicó que el estudio cuantificó la población de la región que vive justo en estas zonas costeras con menos de 5 metros y menos de 10 metros de elevación respecto al nivel del mar.
El resultado fue 41 millones de personas, que representan 6 por ciento de la población regional.
El ejercicio, destacó, permitió identificar áreas con más población expuesta.
“Son 6.5 millones de personas en México que viven en esas zonas más expuestas a riesgos climáticos, a riesgos ambientales. Es el segundo país con la mayor población en esas zonas, después de Brasil, en términos absolutos”, apuntó.
Un subanálisis de la región sureste de México, indicó, estimó que la población en zonas costeras de baja elevación —de 0 a 10 metros— en Tabasco asciende a 1,351,160 personas, en Quintana Roo a 1,265,168, en Yucatán a 842,166 y en Campeche a 377,521.
Identificó además 25 hospitales de esas entidades en zonas vulnerables.
Las mujeres y las niñas, remarcó el UNFPA, son a menudo afectadas de manera desproporcionada por eventos climáticos como los huracanes, al ser desplazadas de sus comunidades y espacios seguros, sin poder acceder a servicios de planificación familiar, partos seguros o protección contra la violencia de género.
Juran consideró una prioridad garantizar que la población que vive en estas zonas más expuestas siga manteniendo acceso a los servicios que necesitan, en particular a los que brindan los hospitales.
“Las mujeres siguen teniendo necesidades en situaciones de desastres naturales. Ver cómo estarán en riesgo y cuál puede ser el impacto en la infraestructura del sector salud en estas zonas también es sumamente importante”, indicó.
“Una mujer que acaba de dar a luz y experimenta complicaciones y se paralizan los servicios de salud, ¿qué va a hacer en ese momento? Hay impactos a nivel individual que pueden ser muy muy graves, y no solo en el momento mismo en el que pasa un huracán, sino también en los días, las semanas, los meses posteriores, porque obviamente toma todo un tiempo la reconstrucción de la infraestructura”.
Advirtió sobre el riesgo de retroceso en materia de equidad de género que representan los desastres naturales.
“Lo que en UNFPA nos preocupa mucho es cómo podemos asegurar de que los servicios, el ambiente seguro para cada niño, para cada mujer está protegido de cara a lo que puede venir por el cambio climático, por los diferentes riesgos ambientales que están incrementándose”, apuntó.
Al diseñar estrategias de prevención de los impactos de eventos climáticos extremos, subrayó, se deben tener en cuenta las dinámicas demográficas para determinar quiénes pueden estar más expuestos, informar de una manera mucho más eficiente, y aplicar de manera efectiva los planes de adaptación y de respuesta humanitaria.
Es necesario, además, señaló, entender mejor la resiliencia de la infraestructura de los hospitales.
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