Por KUKULKÁN
LA RECIENTE elección en México ha revelado una serie de verdades incómodas sobre el bloque conservador liderado por Claudio X. González, conocido opositor de la Cuarta Transformación y del presidente Andrés Manuel López Obrador. A pesar de sus esfuerzos por desacreditar al movimiento obradorista, los resultados electorales del pasado 2 de junio dieron un triunfo contundente a Morena y a su candidata Claudia Sheinbaum. Este resultado ha llevado a González a cambiar su discurso de manera diametral, exponiendo las mentiras y estrategias engañosas que utilizó durante la campaña.
DURANTE la campaña, Claudio X. González aseguró repetidamente que la candidata del bloque opositor, Xóchitl Gálvez, estaba a pocos puntos de distancia de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, tras la derrota, González admitió que siempre supo que Gálvez no tenía posibilidades reales de ganar. En una entrevista, reconoció que su verdadera intención era obtener contrapesos en el Poder Legislativo, algo que tampoco logró. “Era muy complicado que Xóchitl ganara la Presidencia, pero pensamos que nos íbamos a acercar lo suficiente para lograr contrapesos en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores, inclusive en los estados, y no fue el caso”, declaró.
ESTA admisión contrasta con la narrativa que promovió durante la campaña, donde insistió en que Gálvez tenía una oportunidad real de victoria. Su contradicción no sólo desinforma, sino que también revela la manipulación de expectativas con el fin de mantener movilizada a su base electoral. Otro aspecto revelador de las tácticas de González fue su intento de desvincular al movimiento opositor conocido como la ‘Marea Rosa’ de cualquier partido político. Pero la realidad demostró que este movimiento estaba alineado con el PAN, PRI y PRD, apoyando abiertamente a Gálvez. Esta farsa de independencia fue una estrategia clara para atraer a votantes descontentos sin la carga negativa de los partidos tradicionales.
EN UN GIRO sorprendente, Claudio X. González desmintió sus propias afirmaciones sobre el supuesto destino de México bajo un gobierno de la 4T. Durante años, González sostuvo que México se convertiría en un régimen autoritario similar al de Venezuela, Nicaragua o Cuba si la 4T ganaba las elecciones. No obstante, en un foro reciente, cambió su discurso: “México tiene una complejidad, una diversidad y una resiliencia que hace muy difícil a un gobierno autoritario incluso dictatorial salirse con la suya… no creo que vayamos a ser Venezuela, Nicaragua o Cuba”. Esta declaración desacredita su propia campaña de miedo y muestra una falta de coherencia y honestidad en su postura política.
ESTAS revelaciones pintan un cuadro claro de un líder que ha utilizado el engaño y la manipulación para avanzar en su agenda política. González ha recibido grandes sumas de dinero y recursos para promover una narrativa que ahora se desmorona ante sus propias palabras. Entre los pies se lleva a todos los que creyeron en él inclusive a Xóchilt, quien al hacer acto de presencia en el Senado, al menos la mitad de la bancada del PAN le hizo, asegurando que su ex candidata ahora quiere agandallarse la dirigencia del partido para entregársela a Claudio X González, lo cual no van a permitir. La derrota del bloque conservador no sólo es un golpe a su estrategia electoral, sino también un recordatorio de que la verdad siempre encuentra su camino a la luz, a pesar de los esfuerzos por ocultarla.
