- También trabajan en una propuesta de plan hídrico para Chiapas y un plan de intervención para rescatar el Cañón del Sumidero.
JORGE GONZÁLEZ
TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- El coordinador de la Asociación Nacional de Profesionales en Resiliencia zona sur-sureste, Romeo Palacios Suárez, informó que el riesgo de inundación en las ciudades aumenta directamente proporcional al crecimiento demográfico y urbano, por lo que los caudales de los escurrimientos pluviales son mayores e implican más peligro.
Por ello es importante que cada municipio cuente con un Atlas de Riesgo actualizado; situación que lamentablemente en Chiapas pocos ayuntamientos tienen.
Explicó que cuando llueve, en condiciones naturales el agua se infiltra, pero si hay exceso de concreto como en Tuxtla Gutiérrez, que es en una ciudad urbanizada, escurre superficialmente por las calles.
La generación de residuos y el cambio climático son factores que provocan inundaciones, pero la razón principal es que se ha modificado el régimen de escurrimiento por la urbanización, la tala y deforestación, agricultura y sobrepastoreo; explicó Palacios Suárez.
Como asociación, dijo, han trabajado en una propuesta de plan hídrico para Chiapas y un plan de intervención para rescatar el Cañón del Sumidero como principal atractivo turístico del estado; lugar que guarda una amplia biodiversidad y por eso es importante combatir y erradicar la gran cantidad de residuos que cada año llegan a su cauce.
Recomendó que si en todas las comunidades aledañas al Cañón del Sumidero se hace un plan hídrico de control y manejo del agua, a través de pequeñas estructuras en las partes altas de la cuenca para retener el líquido, complementado con el saneamiento de las aguas residuales; ayudaría también a todos los ecosistemas de la zona.
La propuesta de la Asociación Nacional de Profesionales en Resiliencia es construir estructuras de control de 11 metros de altura y 35 metros de ancho; cuyo costo sería de entre 8 y 10 millones de pesos, las cuales estarían hechas como gavión y servirían para retener el agua, así como todo el material sedimentario y los residuos quedarían atrapados y no desembocarían en el Cañón del Sumidero.
Para identificar los puntos donde se podrían implementar dichas estructuras, se deberán hacer estudios de hidrología, mecánica de suelo, ambientales y de riesgo. “Son mucho más económicas que si hacemos grandes obras hidráulicas”, finalizó Palacios Suárez.
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