- La reposición de una tapa en el Centro Histórico va para un mes, con respuestas a medias y el temor de usuarios de la vía por los riesgos que representa.
SELENE VELASCO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- La reposición de una tapa en el Centro Histórico va para un mes, con respuestas a medias y el temor de usuarios de la vía por los riesgos que representa.
Desde el 2 de septiembre, habitantes y locatarios de República de Perú y República de Chile reportaron que una tapa que cubría un registro de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) estaba floja, por lo que solicitaron que se reparara.
Sin embargo, no recibieron respuesta y, con el paso del tiempo, desapareció, dejando un hueco en el asfalto. Los residentes creen que se trató de un robo, pues son comunes en la zona.
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Tras esto, colocaron una valla plástica sobre el agujero, junto con botes y palos para señalar el punto y evitar que alguna persona, ciclista o conductor cayera. Pese a todo, no pudieron evitar incidentes.
“Un auto cayó en dicho hoyo, pedimos de favor que se atienda a la brevedad, esto con el fin de evitar un percance mayor”, solicitó Guadalupe Domingo, en una de las al menos 15 solicitudes de reparación que vecinos realizaron a través de llamadas telefónicas y quejas electrónicas a la CFE y a la Alcaldía Cuauhtémoc.
Ambas vialidades han sido intervenidas desde 2019, con repavimentación y delimitación de la ciclovía. Sin embargo, los más de 12 registros y coladeras en el cruce registran robos de tapas y rejas constantemente.
Adelina, comerciante del primer cuadro, aseguró que 20 días después de los primeros reportes, trabajadores acudieron a sobreponer una placa metálica en el sitio.
Se trató de una respuesta emergente que no desaparecía el riesgo, pues el desnivel que formaba complicaba el paso, sobre todo, a ciclistas y peatones.
Sólo duró unas horas… ¡y también fue sustraída!
“Nos traen a la vuelta y vuelta. La coladera fue robada, realmente casi siempre CFE repone pronto las tapas, pero aquí al requerir no sólo la reposición sino un ajuste más en el hoyo, tardaron más de tres semanas en ponerle la lámina y duró una tarde la lámina. Hoy (ayer) no estaba ya. Es riesgo para todos”, señaló.
Desde 2022 el Gobierno capitalino reconoció el problema del robo de tapas de coladeras y el riesgo de las coladeras abiertas, después de que las hermanas Sofía y Esmeralda, de 16 y 23 años, fallecieron tras caer en un registro de aguas negras cuya tapa había sido hurtada a un costado del Viaducto, en Iztacalco.
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