- La nueva presidenta encarna la esperanza y el progreso que muchas generaciones han buscado.
FELIPE VILLA
CIUDAD DE MÉXICO.-En medio de aplausos, banderas y un ambiente festivo que se apoderó del Congreso de la Unión, México celebró la toma de protesta de su primera presidenta, Claudia Sheinbaum, un evento histórico que, como bien lo dijo el senador Manuel Velasco del Partido Verde, marca “un antes y un después” en la historia del país. No solo porque una mujer asume por primera vez la presidencia, sino porque lo hace con el respaldo de 36 millones de votos, una cifra que la coloca entre las líderes más votadas del mundo.
El optimismo no solo se sintió en las filas de Morena y sus aliados. Velasco, en su discurso, destacó la inspiración que representa Sheinbaum para las niñas y jóvenes mexicanas que, por primera vez, pueden ver en la figura presidencial un reflejo de sus aspiraciones. “Este logro marca un avance tangible en la lucha por la igualdad de género”, subrayó, añadiendo que Sheinbaum encarna la esperanza y el progreso que muchas generaciones han buscado.
El senador fue enfático en reconocer que la llegada de Sheinbaum también representa la continuidad de la Cuarta Transformación, un proyecto que, según sus palabras, se consolida gracias a los cimientos establecidos por Andrés Manuel López Obrador.
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Con el Partido Verde como aliado clave en su triunfo, Velasco recordó que este partido aportó 5 millones de votos y creció significativamente en las últimas elecciones, posicionándose como una de las fuerzas políticas emergentes en el país. “Estamos listos para defender con todo el proyecto de la Presidenta”, aseguró, dejando claro que la unidad en torno a Sheinbaum será firme.
Por su parte, el líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, no perdió la oportunidad para fustigar a la oposición, recordando que, aunque continúan sus críticas hacia la figura de Andrés Manuel López Obrador y sus emblemáticas obras, el pueblo ya no cae en esas “viejas trampas”. Durante años se dedicaron a enriquecer a un selecto grupo de la oligarquía, combinando poder con negocios privados, y eso es lo que la mayoría de los mexicanos no quiere repetir, sentenció Monreal ante el aplauso fervoroso de sus correligionarios.
La oposición, mientras tanto, se encontraba atrapada en una isla de críticas que apenas lograban abrirse paso en medio de la celebración. El PAN, a través de su coordinadora Guadalupe Murguía, previamente insistió en que la administración saliente había dejado al país en “quiebra financiera y moral”. Sin embargo, sus palabras parecían resonar solo entre los suyos, mientras la mayoría de los presentes celebraba los logros del gobierno saliente y las esperanzas depositadas en el nuevo.
Monreal no se quedó atrás al desestimar esas acusaciones, recalcando que los años de olvido hacia el pueblo, en los que la política favorecía a una minoría, ya no tienen lugar en el México actual. Con un tono desafiante, pero sin perder el optimismo que impregnaba la sala, reiteró que los mexicanos han demostrado, elección tras elección, que están con la Cuarta Transformación. Y con la llegada de Sheinbaum, ese respaldo no solo se mantiene, sino que se fortalece.
La mayoría parlamentaria de Morena y sus aliados reflejaba la voluntad popular de continuar con el proyecto iniciado por López Obrador. Como dijo Velasco, Sheinbaum representa un cambio histórico en términos de género, pero también en la política mexicana, donde el modelo humanista que ha ayudado a reducir la pobreza en las regiones más marginadas del país será llevado a “un siguiente nivel de desarrollo y bienestar”.
En su discurso, Manuel Velasco también subrayó uno de los grandes desafíos que Sheinbaum deberá enfrentar: el cambio climático. Como ambientalista y científica, la nueva presidenta ha dedicado gran parte de su carrera a combatir esta crisis, y Velasco aseguró que su liderazgo es “lo mejor que le puede pasar a México” en este momento. Con la Agenda Verde como prioridad, Sheinbaum buscará consolidar políticas que cuiden los recursos naturales y promuevan el uso de energías limpias.
Mientras la oposición insistía en los “fracasos” del pasado, la mayoría del Congreso, acompañada por representantes internacionales, celebraba el inicio de una nueva era, llena de unidad, esperanza y transformación. Con Sheinbaum en el poder, el optimismo se respira en los pasillos del Congreso y en las calles donde millones de mexicanos esperan que el futuro traiga más bienestar y progreso para todos.
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