- El Mercado del Bienestar Maya, en Nicolás Bravo, está prácticamente listo.
MARCO ANTONIO BARRERA
CHETUMAL, Q. ROO.- Con una inversión reportada en contrato de casi 87 millones de pesos, el Mercado del Bienestar Maya se alista para impulsar la economía local y promover una mejor calidad de vida en la localidad de Nicolás Bravo, al sur de Quintana Roo.
El proyecto alberga 38 locales comerciales para que productores e indígenas comercialicen sus productos, como madera tallada y textiles, y una decena de locales en los que se ofrecerá gastronomía tradicional.
La obra se alzó con recursos económicos federales e incluye también a los productores agropecuarios a la derrama económica que generará el turismo del Tren Maya, a través de la estación Nicolás Bravo-Kohunlich, distante a dos kilómetros del complejo comercial.
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La obra formó parte del Programa de Mejoramiento Urbano de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) que la adjudicó mediante el contrato de obra pública SEDATU-OP-056-512–2023.
La construcción estuvo a cargo de las empresas “Construcción, Infraestructura y Comercialización” y “Puentes, Caminos y Servicios de Infraestructura”, a las que se contrató de manera directa, al declararse desierta una licitación pública nacional el 19 de septiembre de 2023.
De acuerdo con el contrato consultado en la Plataforma Nacional de Transparencia, el costo total del Mercado del Bienestar Maya se tasó en 86 millones 771 mil 716.45 pesos con el Impuesto al Valor Agregado (IVA), aunque por ajustes y otros servicios complementarios se ha reportado en 104 millones de pesos.
Algunas de las características del sitio es que tendrá un sistema de voz y datos, circuito cerrado de televisión, instalación contra incendios, iluminación, un pozo y cisternas de agua potable y áreas de captación pluvial.
Igualmente, instalaciones con acabados, mobiliario urbano, señalización y una bahía de acceso y arroyo vehicular. Como dato adicional es que se gestionaron al menos siete tipos de trámites de licencias y permisos con un costo total de 1 millón 368 mil 511.25 pesos.
Los documentos tienen que ver con el cumplimiento de las regulaciones de los ámbitos federal, estatal y municipal, como construcción de obra, dictaminaciones, estudios de factibilidad y técnicos justificativos de Impacto Ambiental, y cambio de uso de suelo.
Hubo otras autorizaciones para la perforación de pozos profundos de explotación sustentable ante la Comisión Nacional del Agua y gestiones ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Se requirieron también trámites de conexión de energía eléctrica, verificación de instalaciones y obras complementarias de entrega a la Comisión Federal de Electricidad.
Algunos de los retos que representó la construcción fue que se efectuaron obras inducidas para el desvío o remoción de instalaciones eléctricas, telefónicas, de gas, petróleo o hidráulica y sanitaria.
A la par de los trabajos, se contrató también un servicio de supervisión a cargo de la compañía “Consultoría Integral en Ingeniería” mediante el contrato SEDATU-SOP-046-512-2023, por 2 millones 888 mil 712.23 pesos con IVA incluido.
La revisión tuvo que ver con la terminación de los trabajos en su totalidad conforme al contrato de obra, y seguirá hasta el seguimiento hasta la terminación y entrega.
Se vigiló que el programa de ejecución refleje los porcentajes de avance, programas calendarizados y cuantificados en partidas de suministro y de obra ejecutada, y obtención de permisos.
Igualmente, verificar los controles de calidad y de programas, supervisión arquitectónica, control presupuestal, seguridad e higiene, reportes mensuales de documentación y digital de avances, el cierre administrativo y la integración del expediente único.