Del C5 al circo: El PAN busca dinamitar Quintana Roo desde Cuajimalpa

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Por KUKULKÁN

EN EL MUNDO de la política, hay tácticas que rayan en la tragicomedia, y el PAN parece haberse convertido en su más ferviente practicante. Con una presencia casi extinta en Quintana Roo tras su aplastante derrota en las pasadas elecciones, el partido blanquiazul ahora intenta resurgir con una campaña de desprestigio que no solo huele a desesperación, sino que además está plagada de inconsistencias y caras nuevas que nadie pidió.

EL ÚLTIMO capítulo de esta tragicomedia es protagonizado por Ernesto Núñez, un diputado federal panista que, como mago de feria, apareció de la nada en la política quintanarroense. Un detalle curioso: Núñez no fue electo por los ciudadanos del estado, sino que se coló en el Congreso por la puerta trasera del sistema plurinominal. Su único mérito hasta ahora parece ser el de criticar la estrategia de seguridad de la gobernadora Mara Lezama, todo esto mientras clama que esta no le concede audiencia.

PERO, como bien sabemos, en política no hay casualidades. Detrás de esta “espontánea” aparición de Núñez está el panista Carlos Orvañanos, exvocero del exgobernador Carlos Joaquín González y actual alcalde de Cuajimalpa, quien desde su bastión en la Ciudad de México coordina estas campañas mediáticas. Vale la pena recordar que Orvañanos, además de ser derrotado en su intento de ser diputado federal por Quintana Roo –por eso su rabia hoy–, carga sobre sus hombros el desastroso legado del gobierno de Carlos Joaquín en materia de seguridad.

EL EJEMPLO más escandaloso en el pasado sexenio, fue la construcción del C5, supuestamente el “más avanzado de Latinoamérica” que resultó ser un cascarón vacío de más de 2 mil millones de pesos. Para agregar insulto al daño, su red de cámaras de vigilancia estaba alquilada a una conocida televisora. No sólo eso, dejó a las arcas públicas una deuda superior a los mil 200 millones de pesos que tuvo que pagar la actual gobernadora. Si esto no es cinismo político, no sabemos qué lo sea. Todo esto lo omite el diputado Nuñez, quizás porque desconoce el estado, pero no ha sido impedimento para ahora salir a lanzar críticas sin sustento y aparecer como una especie de salvador improvisado, prometiendo legislar para blindar Cancún. ¿Cómo pretende hacerlo desde su curul en la Ciudad de México? Es un misterio que solo su imaginación puede resolver.

El PAN parece haber olvidado que la ciudadanía no se deja engañar tan fácilmente. En lugar de trabajar en una estrategia seria y propositiva, se han conformado con reciclar caras conocidas y fabricar “infiernitos” mediáticos. Pretenden generar descontento en un estado que perdieron hace tiempo y que, con tácticas tan burdas, se les escapa cada vez más de las manos. La gobernadora Mara Lezama no está exenta de críticas, pero tratar de atribuirle el caos heredado por los panistas es un acto de descaro monumental. La seguridad en Quintana Roo requiere soluciones integrales y no shows políticos protagonizados por legisladores que no conocen la realidad del estado. ¿Hasta cuándo entenderán que el camino para reconquistar un paraíso no se construye con infiernos fabricados?, es pregunta para un moribundo.

@Nido_DeViboras