- Por unanimidad de votos, Senado aprueba derechos laborales para plataformas digitales, se establecen obligaciones claras para las plataformas.
FELIPE VILLA
CIUDAD DE MÉXICO.- En un escenario político que suele estar marcado por el enfrentamiento y las diferencias ideológicas, el Senado de la República fue testigo de un hecho inusual: la aprobación unánime de una reforma a la Ley Federal del Trabajo para reconocer y regular los derechos laborales de las personas trabajadoras de plataformas digitales.
Durante la sesión, la izquierda y la derecha coincidieron en algo que ningún partido podía rechazar sin pagar el precio de su credibilidad electoral: garantizar condiciones laborales justas en un sector emergente que da sustento a miles de familias mexicanas.
El dictamen, aprobado por 113 votos en lo general y ratificado posteriormente en lo particular, puso a la vista un tema que ha trascendido las líneas partidistas. Desde Morena hasta el PAN, pasando por el PRI, MC y otros grupos parlamentarios, todos los oradores remarcaron un mismo argumento: la necesidad de dar certeza laboral a los más de 70 mil trabajadores de plataformas digitales que durante años han carecido de derechos básicos como seguridad social, salario digno y condiciones laborales justas.
EL TEMA QUE UNE A LA IZQUIERDA Y LA DERECHA
Pese a los discursos acostumbrados sobre justicia social por parte de los partidos de izquierda y la defensa del desarrollo económico por parte de los sectores de derecha, el equilibrio alcanzado en esta reforma logró unificar ambos objetivos.
Desde la bancada de Morena, la senadora Cynthia López Castro resaltó que el proyecto cumple con una demanda social largamente ignorada y que, con el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, los trabajadores de plataformas podrán acceder a seguridad social, jubilación, licencias por maternidad y paternidad, y un salario digno.
Por su parte, Imelda Sanmiguel, del PAN, destacó que la reforma no afecta las características flexibles de este tipo de empleo, un punto clave para su partido. “Formalizar sin eliminar la libertad de horarios” fue la frase que resonó, evidenciando que ni la derecha podía oponerse a una medida que favorece a tantos trabajadores sin desvirtuar el modelo económico.
El PRI, a través de Rolando Zapata Bello, subrayó que además de beneficiar a los trabajadores, la reforma promueve la confianza en el modelo de negocio de las plataformas digitales, lo que a la larga contribuye al desarrollo sostenible.
Las coincidencias ideológicas no son casualidad. A ningún partido le convendría aparecer ante el electorado como defensor de las empresas tecnológicas por encima del trabajador de a pie. El riesgo electoral de oponerse a una reforma que garantiza aguinaldo, vacaciones, seguridad social e indemnización por despido habría sido un suicidio político en tiempos donde las clases trabajadoras se han convertido en un electorado clave para todas las fuerzas políticas.
Además, las plataformas digitales —que mueven diariamente la economía con repartidores, conductores y otros servicios— representan un sector demasiado visible y esencial. Como bien señaló Luis Alfonso Silva, del PVEM, “es momento de reconocer a estos trabajadores como pilares de la economía nacional”.
MÁS ALLÁ DE LOS VOTOS
La iniciativa va más allá de los discursos políticos y reconoce, por primera vez en México, la relación laboral existente entre las personas trabajadoras y las empresas de plataformas digitales, eliminando la simulación de contratos civiles o mercantiles que hasta ahora han encubierto vínculos laborales reales.
Se establecen obligaciones claras para las plataformas, como: prohibición de cobros indebidos a trabajadores; salario por tarea o servicio realizado; días de descanso, aguinaldo y vacaciones; registro de horas trabajadas y emisión de recibos de pago, y la inscripción al Seguro Social y aportaciones al Infonavit.
A la par, la flexibilidad que caracteriza a este tipo de empleos no se pierde, permitiendo a los trabajadores elegir sus horarios e incluso colaborar con varias plataformas simultáneamente.
Si bien la sesión dejó clara la unanimidad en lo general, hubo reservas propuestas por el PAN, PRI y MC, aunque finalmente ninguna prosperó. En este sentido, el voto en bloque sirvió como un mensaje simbólico: la protección de los derechos laborales es una causa que trasciende banderas políticas.
Sin duda, tanto la izquierda como la derecha reconocieron que oponerse a una medida de esta naturaleza significaría alejarse de un electorado que, más allá de ideologías, reclama condiciones de trabajo dignas en una era digital que avanza a pasos agigantados.
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