El golpe de la oposición: jabs, ganchos y uppercuts al aire

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El golpe de la oposición: jabs, ganchos y uppercuts al aire

Por KUKULCÁN

SOBRE el cuadrilátero político mexicano, la oposición parece estar lanzando golpes al aire, buscando desesperadamente un nocaut contra la Cuarta Transformación. Tras múltiples intentos fallidos de vincular al expresidente Andrés Manuel López Obrador y a la actual presidenta Claudia Sheinbaum con el narcotráfico, ahora han centrado su atención en un nuevo objetivo: el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. La estrategia es predecible: si logran derribarlo por supuestos nexos con el crimen organizado, esperan que las fichas del dominó caigan hasta los más altos mandos de la 4T. 

SIN EMBARGO, esta jugada parece más una muestra de desesperación que una táctica bien pensada. Recientemente, miles de sinaloenses han salido a las calles, clamando por seguridad y exigiendo la renuncia del gobernador. Aunque las protestas son legítimas y reflejan el hartazgo ciudadano ante la violencia, la oposición no ha tardado en subirse al tren, intentando capitalizar el descontento para sus propios fines.

ES CURIOSO cómo aquellos que en el pasado minimizaron o incluso negaron la existencia de vínculos entre el Estado y el narcotráfico, ahora se erigen como paladines de la justicia. La hipocresía no tiene límites cuando se trata de obtener réditos políticos. La presidenta Sheinbaum ha sido clara al respecto: “El trabajo del Gobierno federal no es poner o quitar gobernadores”.  Pero la oposición insiste en pintar un panorama donde la 4T es responsable de todos los males, olvidando convenientemente su propio historial.

A PESAR de la narrativa impulsada por los opositores, hasta ahora no han presentado pruebas contundentes que vinculen a Rocha Moya con el crimen organizado. Más bien, la estrategia se basa en la repetición constante de sospechas infundadas en redes sociales y medios afines, esperando que la percepción pública haga el trabajo que la evidencia no respalda. En su defensa, el gobernador ha respondido asegurando que su administración mantiene una política de seguridad alineada con el Gobierno federal y que no cederá ante presiones mediáticas o políticas.

OTRO factor a considerar es que esta embestida contra Rocha Moya no ocurre en el vacío, sino en un contexto preelectoral donde la oposición busca posicionarse de cara a las elecciones de 2027. Con la 4T consolidada en el poder y la presidenta Sheinbaum con altos índices de aprobación, la única estrategia viable parece ser minar la credibilidad del movimiento desde sus bases estatales. No es casualidad que Sinaloa, un estado clave en la geopolítica del narcotráfico, sea el escenario elegido para esta maniobra, pues la narrativa del crimen organizado sigue siendo la carta favorita del conservadurismo para sembrar dudas en la opinión pública.

EN LUGAR de proponer soluciones concretas o trabajar en conjunto para enfrentar los desafíos del país, prefieren lanzar acusaciones sin fundamento, esperando que alguna logre su objetivo. Pero, como en el boxeo, los golpes sin precisión sólo desgastan al púgil y no al oponente. La ciudadanía merece un debate político de altura, donde las propuestas y el diálogo prevalezcan sobre las descalificaciones y las campañas de desprestigio. 

ES MOMENTO de que la oposición deje de lanzar golpes al aire y se enfoque en construir un proyecto que realmente beneficie a México. Mientras tanto, la Cuarta Transformación sigue su curso, enfrentando desafíos y cometiendo errores, pero avanzando con la legitimidad que le otorgó el pueblo en las urnas. Y aunque la oposición busque el golpe certero que los ponga en la lona, hasta ahora, sus intentos no han sido más que jabs sin fuerza, destinados a perderse en el vacío.

@Nido_DeViboras