- La migración de producción de México hacia Estados Unidos por la presión arancelaria del Presidente Donald Trump no será un asunto del corto plazo.
ARELY SÁNCHEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- La migración de producción de México hacia Estados Unidos por la presión arancelaria del Presidente Donald Trump no será un asunto del corto plazo, pues las armadoras podrían absorber el costo extra o reducir la producción.
Eric Ramírez, director para Latinoamérica de UrbanScience, detalló que armadoras como GM y Stellantis ya realizaron algunos cambios puntuales.
“General Motors y Stellantis reaccionaron desde enero.

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“Tenían la misma producción en Estados Unidos y de México movieron sus pick-ups a Estados Unidos. GM bajó ente 80 y 90 por ciento su producción en México de pick-ups y las hizo en Estados Unidos”, expuso en entrevista reciente.
Por el contrario, para los 17 autos y SUV’s de diversas marcas que se producen exclusivamente en México, la historia sería diferente, pues antes de trasladar producción, las armadoras buscarían absorber los costos de importación a EU hasta donde sea financieramente factible.
El experto apuntó que son los modelos de lujo (Audi, BMW, Cadillac) y los de mayor precio (EV, Tacoma, Blazer, Terrain, Bronco) los que tienen margen de maniobra.
“Quizá lo podrían absorber (el arancel) hasta en 100 por ciento para evitar incrementar los precios al cliente final en Estados Unidos”, expuso.
Para los autos más económicos que se producen en el País como Versa, Kicks, Sentra, Jetta, HRV, Taos, Tiguan, Equinox y Maverick, el panorama resulta más complicado.
El experto consideró que las automotrices tendrían que recortar el volumen en los próximos meses o años, hasta el momento en el que se vuelva a balancear la oferta con la demanda en Estados Unidos, ya con el incremento de precio.
“Eso es por los márgenes de ganancia que tienen. Aquellos vehículos que son de más bajo presupuesto, como los Nissan, como los Mazda, como como los Volkswagen, que sí son vehículos que tienen márgenes de ganancia más apretados y no tendrían esa capacidad de absorber este costo extra de 25 por ciento del arancel”, expuso.
“Cuando los márgenes de ganancia son más altos, como es el caso de los autos de lujo, es muy probable que puedan hacer una distribución de costo y ese 25 por ciento de arancel quedaría repartido: un pedazo lo absorbe la planta, otro pedazo la filial en México, otro pedazo la marca en Estados Unidos.
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