- La tasa de participación de las mujeres en el mercado de trabajo avanzó a 49% de la Población Económicamente Activa (PEA), según el Inegi.
JORGE CANO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- La tasa de participación de las mujeres en el mercado de trabajo avanzó a 49 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), según el Censo 2020 del Inegi, no obstante, quedó lejos del 75.8 por ciento de participación de los hombres.
En el Censo del 2000 la participación laboral femenina se colocó en 29.9 por ciento, mientras que en el censo del 2010 la participación fue de 33.3 por ciento.
En los mismos años, la participación de hombres fue de 70.3 y 73.4, respectivamente.
La baja participación laboral en México implica que hay 52 millones 85 mil mujeres en edad de trabajar, pero sólo 25 millones 517 mil tienen trabajo o están en búsqueda de un empleo.
Esta participación pudo haberse agravado por los efectos de la pandemia, ya que uno de los sectores más afectados fue el de servicios, donde labora gran parte de la población femenina, destacó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
Los datos censales a 2020 permiten analizar la participación laboral de hombres y mujeres tanto a nivel estatal como municipal.
Destaca que Zacatecas es el estado con menor participación femenina en el mercado de trabajo con 39 por ciento. En el estado se registran 650 mil mujeres en edad de trabajar, pero sólo 253 mil lo hacen o buscan hacerlo.
Por el contrario, la Ciudad de México, Quintana Roo y Baja California Sur, son los estados con mayor participación laboral femenina con 55 por ciento.
Por municipios las brechas de participación son mayores. Hay 27 municipios donde la participación laboral de las mujeres es menor al 10 por ciento, 225 donde la participación es inferior al 20 por ciento. Por el contrario, sólo hay 24 municipios donde la participación femenina es superior al 60 por ciento.
“Observamos que existen factores sociales y culturales que llevan a la mujer a tener que elegir entre la vida familiar o profesional, en lugar de contar con las condiciones adecuadas para poder desarrollarse en los dos ámbitos”, explicó Mayela Sepúlveda, vocera de Un Día Por Todas.
Asimismo, faltan políticas adecuadas para que las mujeres que tienen hijos desempeñen equilibradamente su rol de trabajadoras y madres, explicó.
Además de erradicar definitivamente la discriminación laboral por embarazo o por tener hijos, acciones como crecer guarderías, dar educación de las mujeres en situación vulnerable, horarios flexibles, licencias de maternidad y paternidad ampliada, entre otros, podrían implementarse desde el Gobierno y el sector empresarial.
De igual forma, la baja participación de las mujeres se debe a cuestiones culturales, ya que dedican tiempo a trabajo no remunerado, como el cuidado de otras personas (niños o adultos mayores) y asuntos del hogar, aseveró Sepúlveda.
Gabriela Siller, añadió que en términos de escolaridad, el 12.2 por ciento de las mujeres en México tienen estudios superiores, frente al 14.6 por ciento de los hombres.
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