- Guaidó, a quien Maduro calificó de “pelele” e “imbécil”, enfrenta múltiples causas judiciales en Venezuela sin haber sido detenido.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CARACAS, VEN.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, negó que las negociaciones que su gobierno desarrolló en México con integrantes de la oposición venezolana se traduzcan en “impunidad”, una advertencia directa a Juan Guaidó y sus aliados.
Representantes del oficialismo y la disidencia llevaron a cabo una segunda ronda de discusiones en la capital mexicana, con facilitación de Noruega y acompañamiento de Rusia y Países Bajos, que concluyó el lunes.
“Ni en México ni en Marte, aquí no va a haber impunidad, aquí tiene que haber justicia, justicia severa”, enfatizó Maduro en una conversación con uno de sus ministros emitida por la televisión estatal.
“Yo sueño con el día en que haya justicia y estos bandidos y delincuentes paguen”.
Las palabras de Maduro hicieron referencia a Guaidó, opositor reconocido por Estados Unidos y medio centenar de países y sus aliados como presidente encargado de Venezuela.
“Y yo (sueño) con que Venezuela sea libre y democrática. Veremos ese día. Por eso estamos en la calle luchando y buscando un acuerdo en México”, respondió el disidente.
Guaidó, a quien Maduro calificó de “pelele” e “imbécil”, enfrenta múltiples causas judiciales en Venezuela sin haber sido detenido, aunque varios de sus colaboradores cercanos han sido arrestados.
“Es mucho el daño que le han hecho a la vida de la familia venezolana”, dijo el mandatario chavista.
Acusó intentos de golpe de Estado, así como el presunto secuestro y robo de más de 8 mil millones de dólares en cuentas bancarias estatales venezolanas bloqueadas.
Maduro insistió en la principal demanda del oficialismo en la mesa: levantar o flexibilizar las sanciones lideradas por Washington contra su país.
En ese sentido, el presidente informó que la delegación gubernamental que participó en el diálogo con la oposición llevó un documento a ser evaluado para el cese de todas las sanciones, como comerciales, financieras, petroleras y económicas.
Las negociaciones en México se realizaron con vistas a las elecciones de gobernadores y alcaldes de noviembre próximo, comicios en los que participarán los principales partidos políticos opositores, rompiendo un boicot electoral de tres años.
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