Ponen sana distancia en cosecha de lluvia

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Ponen sana distancia en cosecha de lluvia
  • La instalación de colectores de lluvia se acopló a la pandemia y parte del proceso es ahora virtual, por correo y redes sociales.
IVÁN SOSA / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- La instalación de colectores de lluvia se acopló a la pandemia y parte del proceso es ahora virtual, por correo y redes sociales, reportó la Secretaria de Medio Ambiente (Sedema).

“En respuesta a la emergencia sanitaria se implementaron nuevos mecanismos para reducir el contacto directo con las personas beneficiarias”, indicó en la evaluación del programa en 2020.

Para colocarle el equipo del recolector pluvial a Alejandro Bautista, vecino de Magdalena Contreras, los brigadistas hicieron un seguimiento mediante redes sociales.

Antes de la pandemia, los usuarios eran convocados en reuniones en plazas públicas para explicarles cómo acceder a la entrega gratuita de los equipos para almacenar lluvia, cada uno con un costo de 20 mil pesos.

“Me pidieron tener lista la conexión con la red de la casa, para que el agua de lluvia fuera a los sanitarios, les envíe las fotos, vieron que estaba bien y vinieron a hacerme la instalación”, comentó Bautista.

Los brigadistas y los instaladores de los colectores llevaban a cabo sesiones presenciales con grupos de beneficiarios para instruirles en cómo dar mantenimiento a los equipos.

“Continuar con el modelo de registro virtual y evaluar sus beneficios en comparación con 2019, así como evaluar la posibilidad de capacitar a la población beneficiaria con el uso de estos mecanismos”, anota la evaluación.

Al acoplarse a la sana distancia, en 2020 fueron instalados, con 200 millones de pesos, 10 mil equipos, 3 mil de los cuales operan en Tláhuac, informó Sedema.

“El principal reto fue adaptarse a las nuevas condiciones impuestas por la contingencia sanitaria”, anota la Secretaria.

Los colectores son ofrecidos en alguna de las colonias en donde residen 21 por ciento de los habitantes de la Ciudad que reciben agua por tandeo, sólo durante algunas horas en la semana, explica.

De niño padeció la escasez de agua, así que en cuanto supo que podía colocar un equipo recolector de lluvia, Alejandro Bautista no dudó en instalarlo.

“Sería una incongruencia de vida si no aceptara cultivar la lluvia, la verdad que el agua tiene un valor como para tirarla por el excusado”, contó Alejandro.

Un techo debe quedar disponible para recibir el torrente de la lluvia, el cual canaliza a un tinaco de mil litros, previo paso por una unidad separadora de los primeros caudales que vienen acompañados de polvo y sedimentos.

“En estos meses lo hemos llenado unas 6 ocasiones, unos 6 mil litros cosechados”, mencionó el vecino Magdalena Contreras.

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