- Conforman un Frente para cuidar la obra que beneficiará a todos sus pueblos y exigen se respete el proyecto ferroviario en Quintana Roo.
DALILA ESCOBAR
CIUDAD DE MÉXICO.- A la capital del país llegaron habitantes de comunidades mayas de Quintana Roo y representantes de organizaciones civiles que mostraron su apoyo a la construcción del Tren Maya, para lo cual anunciaron la conformación del Frente Quintanarroense a favor de la obra del gobierno federal.
“No pedimos, exigimos el Tren Maya, porque son oportunidades para nosotros los jóvenes que antes no teníamos”, afirmó Ana María Tec Ciau, habitante de la comunidad indígena de Chumpón, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.
En conferencia ofrecida en pleno Zócalo de la Ciudad de México, frente a Palacio Nacional, los representantes de organizaciones civiles aseguraron que hay cerca de 450 comunidades que se van a beneficiar con los trabajos del Tren Maya, y uno de los cambios positivos notorios es que se incrementó hasta el doble el salario de quienes trabajan en la zona, dependiendo de la labor que realicen.
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Honorio Angulo Pool, también de Chumpón, consideró que con el proyecto también llegarán escuelas, hospitales y servicios de transporte para quienes viven en las comunidades de Quintana Roo y que dejará un impacto favorable en Yucatán, Campeche, Chiapas y Tabasco que, eventualmente, trabajarán para el proyecto del Tren.
Ismael Flores Cahuich, del Frente Quintanarroense a favor del Tren Maya, dijo que se organizaron sindicatos de transporte de carga y pasajeros, así como sectores de la construcción, servicios, hoteleros, de la industria restaurantera y la sociedad civil para apoyar y defender la megaobra ferroviaria.
“Como una instancia ciudadana que permita estar representados dentro del debate nacional en el sureste del país, porque somos quienes vivimos allí, quienes de manera ancestral hemos estado esperando la oportunidad de desarrollo y beneficios económicos para nuestra región, que ahora se nos presenta”.
Expuso que van sobre cuatro ejes: el primero es la justicia social para las comunidades indígenas, “que a pesar de habitar un estado con alto perfil económico por el turismo, son los que menos oportunidad tienen de disfrutar el desarrollo de Quintana Roo”.
El segundo es la movilidad, que permitirá impulsar la comercialización de productos y pasajeros de la región y turistas, “con un proyecto no contaminante”.
El tercero es la generación de empleos para la población local, “ya que contamos con gente valiosa y preparada que está lista para trabajar y poder brindarles a sus familias una vida digna; el cuarto es la derrama económica para el sureste mexicano”.
Angulo Pool afirmó que “la actividad laboral ya se siente en la zona, donde muchos jóvenes, aunque también personas de diferentes edades, han comenzado a trabajar en la siembra de los árboles que van a mitigar los que han sido quitados del trayecto del Tren Maya”.
Sarah Morales, vocera del Frente, prometió que buscarán equilibrar la balanza en los temas de género para estos proyectos de desarrollo, y aseguró que ha aumentado la participación de las mujeres en obras de infraestructura y que, al mismo tiempo, estas obras generen seguridad y bienestar.
Ángel Morales, vicepresidente del Movimiento Nacional Transportista, dijo que “México tiene una deuda histórica con los pueblos originarios y que en Quintana Roo existen más de 140 mil maya hablantes, mientras en las labores de construcción del Tren Maya hay trabajando más de 60 representantes de etnias nacionales, que como siempre ha sido en México, son invisibilizados”.
Flores Cahuich señaló que “muchos piensan que por el hecho de tener un Tren que va a afectar a una parte de la naturaleza nosotros no tenemos derecho al transporte, a dejarnos sin derecho a la movilidad y a los beneficios que tendremos”.
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