NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

SOBRE el tablero electoral de Quintana Roo, las piezas se mueven al ritmo de promesas y esperanzas, donde los actores principales del partido Morena parecen bailar una coreografía meticulosamente diseñada para conquistar el escenario político. En un panorama donde la oposición se desvanece como un eco lejano, los candidatos a senadores y diputados morenistas al Congreso de la Unión pelearán no sólo por ocupar curules sino convertirse en los artífices de un futuro delineado por el Plan ‘C’ de la Cuarta Transformación.

DE PROSPERAR esta tercera vía, ganando el Poder Legislativo por mayoría calificada, el gobierno de la 4T tendrá el poder de cambiar la Constitución con reformas que refuercen la purga de intereses empresariales facciosos en los poderes públicos que hasta la fecha continúan controlando organismos gubernamentales así como el Poder Judicial, al que la 4T pretende aplicarle reformas para cambiar los métodos de designación de ministros, magistrados y jueces de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acusados de servir a intereses de los poderosos y controvertir tanto reformas como proyectos y obras con sello obradorista.

LOS ASPIRANTES a artífices de la transformación para el Senado son Anahí González y Eugenio Gino Segura, mientras que para la Cámara de Diputados, son Mildred Ávila y Humberto Aldana, por la zona norte del estado. Todos ellos arrancaron campaña desde el 3 de marzo y se les ha visto muy movidos en actos de campaña en territorio, recorriendo comunidades alejadas o colonias marginadas; hasta allá han llegado cada uno en los últimos días para escuchar las demandas ciudadanas más apremiantes.

HASTA el corazón de la zona maya ha llegado Anahí González prometiendo amaneceres de igualdad para los pueblos indígenas, tejiendo con palabras un futuro donde la autodeterminación no sea sólo un derecho, sino una realidad palpable. Su compromiso, envuelto en el fervor de promesas de enseñanza y justicia, resuena en los oídos de quienes sueñan con una nación donde la diversidad cultural sea reconocida pero también celebrada.

OTRO es el estilo de Gino Segura, quien recorre zonas populares y de alto grado de marginación; o un día aparece caminando por Felipe Carrillo Puerto con la promesa de una reforma que asegure un flujo mayor de recursos federales hacia Quintana Roo y particularmente para beneficiar a estos sectores. Entre los colores y sabores del mercado local, su visión de desarrollo económico local pinta un cuadro de prosperidad que, si bien seductor, deja a la vista el lienzo de una realidad compleja y llena de desafíos.

CON LA BANDERA de la educación financiera desde la niñez, Mildred Ávila propone una reforma que promete preparar a las futuras generaciones para un mundo económico globalizado. Su visión, alineada con el proyecto de nación de la Cuarta Transformación, sugiere un camino hacia la modernización del sistema educativo mexicano, aunque el sendero hacia su implementación efectiva parece tan intrincado como necesario.

Y DESDE Cancún, Humberto Aldana ha lanzado un llamado a la revolución auténtica, una transformación social que brota desde la introspección personal. Su crítica a las soluciones efímeras del pasado y su compromiso con el bienestar colectivo resuenan como un eco de cambio real. Sin embargo, su promesa de un futuro esperanzador, aunque inspiradora, se enfrenta al escepticismo de quienes han visto cómo las promesas políticas se desvanecen con el amanecer.

ENTRE promesas de amaneceres nuevos y reformas transformadoras, los candidatos de Morena en Quintana Roo bailan al borde de un escenario donde la realidad y la esperanza se entrelazan en una danza compleja. ¿Serán capaces de convertir sus promesas en realidades tangibles? O ¿se disolverán estas, como tantas antes, en el aire cálido de un amanecer que aún espera por un cambio real? Sólo el tiempo, ese crítico implacable del teatro político, revelará el desenlace de esta obra que hoy captura la atención de todos en Quintana Roo.

@Nido_DeViboras