Sergio León Cervantes
Ya es inevitable, llegó la época de huracanes y con una predicción de ser una temporada complicada, entre tormentas tropicales, ciclones y huracanes, pero como entre muchos fenómenos naturales o meteorológicos, el poder determinar una temporada es mucho mejor que otros de ellos.
Esto nos permite hoy como empresas prepararnos, trabajar en los planes de contingencia que permitan salvaguardar la integridad de nuestros colaboradores, herramientas de trabajo, documentos importantes, poder contar con los seguros que nos permitan sortear una contingencia o desastre.
Poder en medida de lo posible preparar nuestras instalaciones para que puedan servir en caso de ser necesario como refugio o poder apoyar de alguna forma a nuestro equipo de trabajo, pero también como ciudadanos tenemos responsabilidad.
Mantener nuestras calles limpias, libres de basura, documentos resguardados, tener la conciencia de saber que si en caso de una emergencia nuestro domicilio podría soportar un desastre natural de esta índole y en caso de no ser así, no arriesgar a nuestra familia o a nosotros mismos y conocer el refugio más cercano para salvaguardarnos.
Hoy los fenómenos naturales no son como antes que podríamos predecir con tiempo su avance, tuvimos el año pasado una desgracia como la acontecida en Acapulco, de la cual debemos aprender que de una categoría a varias el cambio puede ser en menos de 12 horas, así que este es el paraíso donde nos tocó vivir, todo lleva un costo y es el costo de vivir en el paraíso, a prepararnos y cuidarnos entre todos.
Hasta la próxima semana con nuevos retos y oportunidades.
Sin miedo a la cima, porque el éxito ya lo tenemos.
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