Hay quienes recurrieron a las gallinas para tener una fuente segura de alimento en medio de la incertidumbre que despertó el Covid-19.
DALIA GUTIERREZ / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- Las gallinas están dejando las granjas para volver a las casas de las familias mexicanas.
“Es como tener otra mascota”, dice Angie Montemayor, que tiene una gallina llamada Lupita. “Hay que cuidarla. Hay que sacarla. Hay que limpiarle. Hay que quererla”.
Aunque la crianza doméstica de estas aves no es algo nuevo, cada vez más personas están recuperando la tradición en los patios o jardines de sus casas en la Ciudad para tener huevos frescos y una alimentación más natural.
También hay quienes recurrieron a las gallinas para tener una fuente segura de alimento en medio de la incertidumbre que despertó el Covid-19 y para que les ayuden a fertilizar sus huertos urbanos.
A cambio, las gallinas ayudan a evitar plagas porque también se alimentan de los insectos y las hierbas de los cultivos.
“Para mí es mejor que tener perros”, señala Javier Serrano, que destaca que sus cuatro gallinas dan huevos de mejor calidad que las marcas comerciales y su cuidado es sencillo.
Cómo tener una gallina de mascota
Lo ideal es que la gallina disponga de un trozo de terreno al aire libre y un refugio donde se pueda cobijar y dormir.
Es mala idea recluir a la gallina en un piso dentro de una jaula, y peor dejarla deambular a sus anchas por la casa; a menos que no te importe que la gallina deje muestras de su “personalidad” por encima del televisor, en el suelo, sobre la mesa y las sillas, y por todo el piso en general.
Piensa que las gallinas tienen una “personalidad” abundante y dispersa, y muy difícilmente conseguirás que use la arena del gato para depositar el grueso de su incesante “personalidad” en ella.
Con esmero y conocimiento se puede tener a una gallina como mascota, ya que es un animal que puede ser afectuoso si procedemos debidamente.
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