- La CMIC indica que este déficit es por las obras emblemáticas, por lo que busca certificar trabajadores para accedan al mercado laboral.
IGNACIO CALVA
CANCÚN, Q. ROO.- La industria de la construcción en Quintana Roo continúa enfrentando un déficit de mano de obra del estado de alrededor del 30 por ciento, que si bien se ha estado supliendo gracias a trabajadores de Guerrero, Oaxaca o Yucatán, se busca que sea quintanarroense, sobre todo para las obras emblemáticas.
Por ello, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) de Quintana Roo ha estado apostando a la capacitación de la mano de obra quintanarroense, para certificar a los trabajadores y que puedan competir en estos mercados laborales.
Así lo indicó Ulises Morales Estrada, presidente de la CMIC, quien explicó que este déficit se ha producido también por la gran demanda de mano de obra que ha tenido la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por sus trabajos en la construcción de los tres tramos del Tren Maya que cruzan por el estado.
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También han sostenido reuniones con la misma Sedena para el trabajo conjunto de estas obras y la participación de empresas constructoras locales dentro de ellas, las cuales hasta el momento han participado indirectamente a través de la renta de maquinaria, aunque buscan ampliar con la entrada de la mano de obra calificada que tienen.
CMIC espera que el número de empresas que forman parte de la Cámara se incremente una vez que comiencen los trabajos de construcción de obra civil en las estaciones, pues por el momento —ya que la mayoría de los trabajos son para el tendido de vías— sólo han tenido la oportunidad de participar indirectamente.
Finalmente, Morales Estrada también exhortó a que se lleve a cabo un diálogo e implementación paulatina de la reforma de ley que busca reducir las horas de trabajo a la semana, pues las constructoras enfrentan amplias cargas de trabajo y con esta reforma, aunado al déficit que ya enfrentan de mano de obra, podrían complicarse los tiempos de entrega de obras.
Expresó que no están en contra de esta Ley, pues ven que hay un beneficio para los trabajadores, pero sí piden que se considere una implementación paulatina que permita a las empresas generar las estructuras y mecanismos que permitan completar la demanda de trabajo que se tienen.
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