- El técnico neerlandés del Real Madrid, América y Chivas murió a los 82 años.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- El emblemático técnico neerlandés del Real Madrid, América y Chivas, Leo Beenhakker, murió a los 82 años.
La Eredivisie reportó el fallecimiento del legendario entrenador, nacido el 2 de agosto de 1942.
En México, el América de Leo Beenhakker dejó huella por su espectacular estilo de juego.
Sólo estuvo en la temporada 1994-95 y ni siquiera la terminó por diferencias con la directiva, pero esas Águilas africanas (con jugadores como Omam-Biyik y Kalusha Bwalya en el eje de ataque) volaban y dejaron huella con partidos memorables, como los triunfos 4-3 contra Chivas, 7-3 frente al Atlético Morelia y 8-2 frente a TM Gallos Blancos.
Igualmente, dirigió al Guadalajara en la temporada 1995-96, aunque el rebaño sagrado no alcanzó notas tan altas y memorables como el equipo azulcrema.
El estratega regresó al América para la temporada 2003-04, pero tampoco pudo repetir los éxitos de su primera etapa, que al día de hoy se sigue recordando.
Con el Real Madrid, Leo Beenhakker ganó tres ligas consecutivas, entre 1987 y 1989, dos Supercopas de España y una Copa del Rey.
También hizo historia con el Ajax, al que guio a los títulos de liga en 1980 y 1990, mientras que con el Feyenoord también conquistó la Eredivisie en 1999, así como la Supercopa de los Países Bajos.
Beenhakker dirigió a Holanda en el Mundial de 1990 y a Trinidad y Tobago en 2006.
Reconocimiento de Guillermo Ochoa
El portero mexicano Guillermo Ochoa, a quien Beenhakker debutó, dirigió unas palabras al técnico.
“Hoy se fue alguien muy importante en mi vida. me duele el alma. Gracias, míster Leo Beenhakker, por confiar en mí cuando apenas comenzaba, por darme la oportunidad de debutar y por apoyarme en mis primeros pasos como profesional”.
El portero agregó que con “tu visión, tu experiencia y tu confianza marcaron el inicio de mi camino y dejaron una huella profunda en mi carrera y en mi vida. Siempre estaré agradecido contigo. Descansa en paz, míster. Te recordaré con admiración, cariño. Gracias por todo”.