- Adán Augusto López fue el personaje incómodo del Consejo Nacional de Morena, aunque nadie se deslindó abiertamente de él.
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CIUDAD DE MÉXICO.- El tabasqueño Adán Augusto López fue el personaje incómodo del Consejo Nacional de Morena, aunque nadie se deslindó abiertamente de él.
Presente en el presidium, al lado de Gobernadores y de líderes partidistas y parlamentarios, el coordinador morenista en el Senado resultó el destinatario de los señalamientos de la dirigencia, pero no fue aludido directamente.
“Morena no protege a persona alguna, sea militante o no, que incurra en un acto de corrupción o que traicione los principios que dan vida a nuestro movimiento”, dijo la dirigente morenista, Luisa María Alcalde, sin mencionar al tabasqueño.
“Y si existiera alguna duda o señalamiento, que sea la autoridad la que, sustentada en pruebas, resuelva y determine su responsabilidad”, agregó.
En crisis por los presuntos vínculos criminales de quien fue su Secretario de Seguridad Pública estatal, Hernán Bermúdez Requena -hoy prófugo de la justicia-, el ex Gobernador de Tabasco y ex Secretario de Gobernación de AMLO parecía un fantasma. Ningún Gobernador salió en su defensa y quienes lo saludaron lo hicieron con tibieza.
Entre los congresistas hubo un tímido grito de apoyo “¡No estás solo, no estás solo!”, promovido por la Senadora Andrea Chávez y el Diputado federal Arturo Ávila, coro que apenas siguieron quienes estaban a su lado en las butacas.
Fiel a su estilo, López evitó dar explicaciones sobre su relación con Bermúdez, entró por una puerta trasera y cuando fue abordado se limitó a decir que espera que las autoridades hagan su trabajo.
“Hay mucha politiquería en todo esto”, trató López de justificar. “Yo ya opiné lo que tenía que opinar”, agregó, “es momento de cerrar filas en torno a la Presidenta, en torno al Gobierno, eso es lo más importante”.