- Más de 2 millones de estudiantes regresaron ayer a 7 mil planteles escolares de nivel básico en la CDMX.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- Más de 2 millones de estudiantes regresaron ayer a 7 mil planteles escolares de nivel básico en la CDMX.
Entre el tráfico pesado, transporte público lento, lluvia y prisas, las y los menores de edad asistieron de nuevo a las escuelas, incluso cuando las puertas ya se habían cerrado.
Con el nuevo ciclo escolar se mantuvo la restricción para no ingresar con comida chatarra.
Sin embargo, persistió la venta al exterior… aunque fuera disimuladamente.
Comerciantes ofrecían a unos pasos de las entradas de planteles de primarias y secundarias opciones sanas, como vasos con fruta, pero también dulces, frituras y refrescos.
Estos productos eran comprados principalmente por estudiantes solos, aunque también algunos los adquirían en compañía de adultos.
Padres de familia consideraron que la forma de inhibir el consumo de productos chatarra es con los hábitos alimenticios saludables que han logrado desde casa.
“Yo casi trato de llevarle una dieta balanceada, igual que no coma muchos dulces, frituras o alimentos procesados”, enfatizó Marlén, quien llevó por primera vez, junto con su esposo Eduardo, a su hijo Paulo al preescolar Mariano Matamoros, en Benito Juárez.
Su almuerzo sería fruta, agua natural y sándwich integral.
Eugenia, madre de Juan Diego, dijo confiar en que su hijo se acostumbró más a la comida saludable que ha priorizado durante meses. El niño cursa quinto grado en la primaria María Curie, en Benito Juárez.
En su familia involucran en la preparación del lunch.
“Desde ayer (domingo) preparó su agua, una ensalada de nopalitos con algo de carne y dos tostaditas.
“Sí trato de mantenerlo como que saludable, pero en un descuido, no sé a qué hora, le entra a las frituras”, dijo.
Isabel González, quien llevó a sus tres hijos desde Naucalpan, Estado de México, a la primaria Libertadores de América, en Benito Juárez, destacó que cada uno llevó a la escuela sándwich, fruta y semillas.
“Toda la semana nos estuvimos preparando, un día antes preparé la ropa, compré la fruta, la comida”, explicó.
En la Primaria 21 de Marzo, en Cuauhtémoc, padres de familia afirmaron que lo único que les queda es confiar en que los menores de edad recordarán la información sobre los daños que causa esa comida y los beneficios de cambiar sus hábitos a largo plazo.
“Cómo es un hábito que nosotros realizamos (…) es normal comer una porción de comida y fruta, si se lleva tanto en la escuela como en casa”, destacó Anel.