- En la región sur-sureste se contempla el uso de tecnología, como drones, inteligencia artificial y plataformas digitales, con vigilancia y seguimiento epidemiológico.
RODOLFO MONTES
MÉRIDA, YUC.- En el combate al gusano barrenador de ganado (GBG) se convocó a una amplia coalición de instituciones académicas y de investigación para fortalecer la estrategia integral de erradicación.
Se contempla el uso de la tecnología, como drones, inteligencia artificial y plataformas digitales, con vigilancia y seguimiento epidemiológico.
Las regiones sur-sureste se han convertido en el epicentro de un resurgimiento alarmante del GBG, una plaga que se consideraba erradicada del país desde 1991.
La pandemia ha impactado gravemente a Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Desde noviembre pasado, el Centro Nacional de Referencia en Parasitología y Tecnología Analítica ha analizado más de 7 mil muestras, confirmadas como positivas al 90 por ciento.
En respuesta a esta crisis, el gobierno de México convocó a una amplia coalición de instituciones académicas y de investigación para fortalecer una estrategia integral de combate y erradicación.
El llamado se hace a través de la secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
La reaparición de la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, representa una amenaza no solo para el ganado local, sino para las exportaciones.
Un caso confirmado en el norte de Veracruz, por ejemplo, provocó el cierre de la frontera con Estados Unidos para las exportaciones de ganado en pie mexicano, afectando severamente a los productores nacionales.
Para contener la plaga y proteger las zonas libres, como las del norte y centro del país, el equipo de diagnóstico del Senasica trabaja 24/7, reforzando sus labores de laboratorio y capacitando a personal en todo el país.
La piedra angular de la estrategia actual es la Técnica del Insecto Estéril (TIE), un método de control biológico exitoso en la campaña de erradicación de 1991, que consiste en la liberación masiva de moscas macho estériles, criadas y esterilizadas con radiación.
Estas moscas se aparean con las hembras silvestres, que no producen descendencia, interrumpiendo así el ciclo de reproducción de la plaga.
El Senasica libera 100 millones de moscas estériles cada semana en la región sur-sureste del país.
Para 2026, con la rehabilitación de la planta Moscamed en Chiapas, se prevé aumentar la producción a 100 millones adicionales semanales, con el objetivo de acelerar el proceso de erradicación.
En un taller reciente, el director en jefe del Senasica, Javier Calderón Elizalde, enfatizó la necesidad de sumar “talentos y capacidades” de académicos y técnicos para combatir la plaga.
La colaboración de instituciones se da para desarrollar nuevas soluciones entre el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Se buscan avances en diversas áreas como la de tecnología y datos de modo que se contempla ya el uso de drones, inteligencia artificial y plataformas digitales para el seguimiento de la plaga y la vigilancia epidemiológica.
Del mismo modo, se impulsa el desarrollo de nuevas cepas de moscas estériles, vacunas, atrayentes más duraderos y trampas específicas.
El objetivo es tener un control biológico alternativo por lo que se está en la búsqueda de hongos entomopatógenos y enemigos naturales que sean inocuos para el medio ambiente y los polinizadores.
Víctor García Velásquez, de la secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación, reafirmó el compromiso de su institución en apoyar al Senasica para conformar redes de investigación que fortalezcan la lucha contra el GBG con una base científica sólida.
Con un enfoque renovado en la ciencia y la tecnología, México busca no solo contener el brote sino erradicar una vez más esta devastadora plaga y proteger su industria ganadera.