- Tras considerar que es imposible construir una comunidad internacional más democrática sin un multilateralismo más fuerte, el canciller Juan Ramón de la Fuente reiteró la posición de México en contra del derecho de veto en la ONU.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Tras considerar que es imposible construir una comunidad internacional más democrática sin un multilateralismo más fuerte, el canciller Juan Ramón de la Fuente reiteró la posición de México en contra del derecho de veto en la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En el marco del 80 periodo de sesiones de la Asamblea General, De la Fuente participó en la mesa “En defensa de la democracia: luchando contra el extremismo”, presidida por los presidentes de Chile, Gabriel Boric; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro; España, Pedro Sánchez, y Uruguay, Yamandú Orsi.
“¿Cómo construimos una comunidad internacional más democrática? Imposible imaginarla sin un multilateralismo más robusto.
“Por eso, México siempre se ha opuesto, desde hace 80 años, al derecho de veto que limita el ejercicio pleno de la democracia en las Naciones Unidas”, planteó.
Desde la fundación de la ONU en 1945, México se ha opuesto al llamado derecho de veto, que es la capacidad de cualquiera de los integrantes permanentes del Consejo de Seguridad -China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos- de bloquear una resolución.
En 2015, México y Francia promovieron una iniciativa de limitación del derecho de veto en el Consejo de Seguridad en casos de atrocidades masivas.
Hasta el 31 de marzo pasado contaba con la adhesión de 107 estados y, dentro de los miembros del Consejo de Seguridad, sólo Francia y Reino Unido apoyan el compromiso voluntario de no usar el veto bajo esas circunstancias.
Al referirse a los ejes temáticos de la reunión, defensa de la democracia y del multilateralismo, el Canciller dijo que si la democracia se entiende como el poder que emana del pueblo, entonces los gobiernos progresistas ganarán las urnas y las calles.
La democracia vista como vehículo de justicia social, como garantía de respeto a la dignidad de las personas, como mecanismo de las mayorías para expresarse y participar de manera efectiva en la vida pública,
“Finalmente, un breve comentario sobre el tema ineludible de la migración. Criminalizar la migración resulta, sencillamente, inadmisible.
“Los migrantes tienen derechos y las democracias deben defender esos derechos, como lo deben hacer, también, la diplomacia y el multilateralismo”, afirmó.