- Empresarios y nueva Corte tienden puentes: confianza y diálogo tras la desconfianza inicial.
AGUSTÍN AMBRIZ
CIUDAD DE MÉXICO.- La distancia entre el poder judicial y el empresariado mexicano parece comenzar a acortarse.
Este martes, los integrantes de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvieron su primera reunión formal con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), un encuentro que —más allá de la cortesía institucional— marca el inicio de una etapa de diálogo entre un tribunal renovado y un sector que en los últimos meses había mostrado abierta desconfianza hacia el rumbo político y judicial del país.
El Ministro Presidente Hugo Aguilar Ortiz encabezó la reunión en la sede del Máximo Tribunal, acompañado por ministras y ministros del Pleno. Frente al presidente del CCE, Francisco Cervantes Díaz, y líderes de las distintas cámaras empresariales, Aguilar fue enfático:
“La Corte será el más grande garante de certeza jurídica. La certeza se construye con la aplicación de la norma y el cumplimiento de ella”.
El mensaje no fue menor. Tras la reforma electoral y la propuesta del gobierno federal para elegir a jueces, magistrados y ministros por voto directo, los grupos empresariales habían advertido riesgos para la independencia judicial y la seguridad jurídica, pilares esenciales para las inversiones. Sin embargo, el encuentro evidenció una estrategia distinta: más que confrontar, el empresariado busca adaptarse al nuevo entorno político y tender canales de comunicación con las instituciones que hoy conducen la Cuarta Transformación.
En el encuentro, el Ministro Presidente subrayó que la nueva Corte mantendrá una política de “puertas abiertas” y fomentará mecanismos de diálogo con todos los sectores de la sociedad. “El intercambio de ideas y la transparencia en las decisiones fortalecerán la confianza en las instituciones”, dijo Aguilar Ortiz.
Por su parte, los representantes del sector privado reconocieron el trabajo del nuevo Pleno y expresaron su disposición a colaborar en la construcción de un entorno jurídico estable. “La nueva Suprema Corte es un pilar fundamental para garantizar la certeza jurídica y generar un ambiente propicio para la inversión”, coincidieron los dirigentes del CCE.
El gesto empresarial, interpretado en clave política, sugiere un viraje: del recelo al pragmatismo. Los industriales, comerciantes y banqueros parecen optar por el diálogo antes que por la confrontación con un Poder Judicial y un gobierno federal que hoy avanzan con nuevas reglas de legitimidad y de relación con la sociedad.
Para la administración de Aguilar Ortiz, el encuentro también representa un espaldarazo simbólico: en medio de la transición hacia una Corte electa bajo nuevos parámetros democráticos, el máximo tribunal busca mostrarse como garante de estabilidad, no como instrumento político.
La reunión concluyó con un consenso básico: certeza jurídica, diálogo constante y cooperación institucional. La nueva Corte, reforzada por un discurso de apertura, y el sector empresarial, consciente de que la ruta de la Cuarta Transformación domina el escenario político, parecen haber encontrado un punto de encuentro.
La apuesta, por ahora, es mutua: los ministros ofrecen confianza en la ley; los empresarios, confianza en la nueva Corte.