- Las Águilas le remontaron al Puebla para imponerse 2-1 y de paso colocarse como sublideres del torneo al llegar a 30 unidades.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- Al América nunca se le debe dar por muerto, nunca.
Esta lección la aprendió ayer el Puebla al que las Águilas le remontaron para imponerse 2-1 y de paso colocarse como sublideres del torneo al llegar a 30 unidades.
Los azulcremas son uno de los invitados a la Fase Final y en las próximas tres jornadas definirán su posición. Al menos tienen asegurado el Play-In, pero están a un paso ya de confirmarse entre los seis con boleto directo.
A pesar de que sufrieron y que durante gran parte del partido estuvieron erráticos, los jugadores del América sacaron las casta en los últimos minutos que fue cuando el partido se puso al rojo vivo.
Al finalizar el primer tiempo, ambas escuadras se fueron a abucheadas, porque no entregaron ni un ápice de espectáculo.
En el complemento, después de un acercamiento de las Águilas, el Puebla respondió con un gol de Diego Gómez al 52′.
Por un momento los Camoteros tocaron los cuernos de la luna, soñando con su primera victoria de visitantes.
Pero América encontró al 67′ el 1-1 con un penal anotado por Brian Rodríguez, aunque se trató de una marcación rigorista que hizo saltar de indignación al técnico de La Franja, Hernán Cristante.
El lateral poblano, Álvaro de la Rosa, estiró el brazo en la disputa del balón con Rodríguez, quien se fue al césped por un presunto contacto en el rostro. El VAR llamó al silbante Martín Molina y tras la revisión el colegiado marcó la pena máxima en una decisión rigorista.
Ya en tiempo de reposición se fue expulsado Raúl Castillo, de la Franja (90’+2′), por una falta sobré Fidalgo.
Y aunque parecía que no les iba a pesar, Ramón Juárez, quien vino de la banca y apenas jugó cuatro minutos, clavó en el 90’+8′ el 2-1.
La gente coreó su nombre y los abrazos no se hicieron esperar, el joven defensa salvó la noche.
Cristante terminó en las regaderas luego de reclamar al cuerpo arbitral.