- El Gobierno de Veracruz analiza la compra de nuevas aeronaves para fortalecer las labores de emergencia, transporte de insumos y atención a comunidades incomunicadas.
JORGE GONZÁLEZ
XALAPA, VER.- Tras las inundaciones y deslaves que afectaron a municipios de la Zona Norte en octubre, el Gobierno de Veracruz analiza la compra de nuevas aeronaves para fortalecer las labores de emergencia, transporte de insumos y atención a comunidades incomunicadas.
La gobernadora Rocío Nahle García reconoció que la flota aérea estatal opera en condiciones precarias, con equipos antiguos, deteriorados y algunos fuera de servicio.
“La flota aeronáutica que tenemos está deteriorada, es viejita e insegura, hay algunos equipos que no tienen motores”, declaró.
Como parte del proceso de renovación, el estado entregaría tres aeronaves inoperantes a la empresa Bell como parte del pago de nuevos equipos.
Una que permanece abandonada en Nuevo León, otra resguardada en el aeropuerto El Lencero y la avioneta de El Tajín, que lleva meses en mantenimiento debido a una pieza que dejó de fabricarse.
Nahle García señaló que el objetivo es contar con unidades con vida útil de entre 10 y 15 años, capaces de garantizar operaciones seguras.
Recordó que durante la contingencia en Poza Rica y la Sierra de Huayacocotla fue necesario habilitar puentes aéreos para distribuir víveres, medicamentos y personal médico a localidades aisladas por los deslaves.
“Se requieren tres helicópteros para combatir incendios y uno pequeño para bajar a ciertas áreas; nosotros tenemos un helicóptero muy chiquito y es el que nos permitió bajar a zonas donde no podían los otros”, explicó.
El proyecto considera un costo aproximado de 400 millones de pesos; la adquisición permitiría una respuesta más rápida ante emergencias meteorológicas cada vez más severas, además de reforzar la capacidad operativa de Protección Civil.
La gobernadora adelantó que ya existen conversaciones con la empresa Bell y se analiza incorporar un modelo ligero, diseñado para aterrizar en zonas de difícil acceso.
“A partir de lo que vimos el 10 de octubre en Álamo, Poza Rica y la Sierra de Huayacocotla, necesitamos equipos que nos permitan llegar donde otras aeronaves no pueden”, explicó.




