- El gobierno federal insiste en el apoyo a pequeños productores, a través de la iniciativa “El maíz es la raíz”.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Tras la serie de protestas de agricultores de mediana escala y el surgimiento del nuevo sistema de ordenamiento y comercialización del maíz, el gobierno federal insiste en el apoyo a pequeños productores, a través de la iniciativa “El maíz es la raíz”.
En el marco del primer Foro de Maíz Industrializado, Héctor Arronte Calderón explicó que la reciente iniciativa busca preservar la genética del campo mexicano, a través de buenas prácticas de tecnificación y sostenibilidad que aumenten la productividad de este tipo de granos.
“No tenemos que verlo como solo un cultivo, sino como parte de nuestro ADN social”, detalló el coordinador general de producción agrícola y ganadera de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
“Se complementa con la agregación de valor, especialmente a través de grupos de mujeres que unan la producción del campo con los grandes mercados, a través de la agregación de valor”.
Recordó que incluso los 950 pesos de apoyo para los productores de mediana escala del Bajío es el mayor recurso otorgado, que permite tener un recurso mayor al costo de producción.
“Hoy los productores van a estar recibiendo 950 pesos en el Bajío, y aún así el costo final está por debajo de los costos de producción de muchas y muchos de los productores que son beneficiados por este programa.
“Se está trabajando en un nuevo sistema de ordenamiento y comercialización (…) no está completa (la presentación) y no está autorizada por la presidenta (Sheinbaum)”, afirmó.
Sin embargo, cabe recordar que el nuevo sistema de comercialización surgió ante la protesta de productores de granos, especialmente de maíz, que no acceden al esquema de Precio de Garantía, creado para agricultores de hasta cinco hectáreas.
Arronte Calderón acotó que el esquema para maíz nativo entra dentro del nuevo sistema de comercialización y especialmente dentro del esquema “Cosechando Soberanía”.
“Muchos programas que más que productivos, económicos o empresariales son sociales, como Chocolate para el Bienestar, que desde una perspectiva empresarial se puede criticar muy fuerte, pero desde una perspectiva social resolvió un conflicto muy grande en Tabasco.
“O el Café para el Bienestar, que ayudó a muchísimos productores en Guerrero”, dijo el representante de la Sader ante consumidores de maíz para uso industrial.




