- Justo en el “minuto noventa y Ramos”, Germán Berterame conectó ese sólido cabezazo para guiar a los Rayados a las Semifinales.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Del “sí se puede”, el “vamos, América” y el “quiero ser el amor de tu alma” a un silencio sepulcral. Al minuto 90’+3′, el Ciudad de los Deportes parecía más un recinto de teatro que de futbol.
Germán Berterame petrificó a alrededor de 30 mil americanistas en el estadio. Aquellos que aún tenían energía prefirieron agredir con líquidos a los eufóricos Rayados que celebraban el gol del pase a la Semifinal, ese cabezazo que no solo venció al portero Luis Ángel Malagón.
La historia del América está repleta de gestas. No fue el caso ayer. Monterrey perdió 2-1, pero se impuso 3-2 en el global pese a la expulsión de Jorge “Corcho” Rodríguez al 83′.
Cuando el árbitro César Ramos Palazuelos pitó el final, el lateral Kevin Álvarez se desplomó, quizá porque no supo marcar a Berterame en una de las escasas distracciones azulcremas; la otra, se produjo muchísimo antes, al primer minuto cuando el propio Kevin dejó botar el balón y de milagro Jesús “Tecatito” Corona (quien jugó gracias a un “horror” arbitral en la ida) no hizo más pesada la losa, tras el 2-0 parcial.
Tan acostumbrados a las Finales, cuatro consecutivas, como para caer en la primera serie.
La eliminación del América y la clasificación de Rayados tuvo varios pasajes: el cuadro capitalino jugó como equipo chico en Monterrey y luego el arbitraje perdonó dos expulsiones al local. En la vuelta, Domènec Torrent cometió el mismo pecado de Jardine: el equipo que peor defiende (de los clasificados a Liguilla) apostó por defenderse, irónicamente, por eso estuvo en la lona con los goles de Alejandro Zendejas al 29′ y Raúl Zúñiga al 58′, y el desenlace pudo ser fatídico de no ser porque el VAR invalidó por fuera de lugar otro tanto de Zúñiga.
Esa última jugada fue tan peculiar que hasta el suplente Allan Saint-Maximin se quitó la playera para celebrar mientras el español Sergio Canales lucía rendido, con las manos en los muslos y la mirada clavada en el césped.
Cuando el panorama era más sombrío y justo en el “minuto noventa y Ramos”, Germán Berterame conectó ese sólido cabezazo para guiar a los Rayados a las Semifinales y al América… a prepararse para la Navidad.




