- Tanto migrantes mexicanos deportados como extranjeros llegan a Cancún con la esperanza de encontrar empleo.
IGNACIO CALVA
CANCÚN, Q. ROO.- Cancún ha registrado un aumento en la llegada de personas deportadas, tanto mexicanas como extranjeras, que buscan establecerse en la ciudad y encontrar empleo. Sin embargo, enfrentan barreras importantes, especialmente por la falta de documentación, señaló Marilyn Torres Leal, presidenta de la Fundación Cisvac.
De acuerdo con la organización, en lo que va del año se ha brindado apoyo a 594 mexicanos deportados, en su mayoría canalizados a trabajos en hotelería y servicios. También se ha atendido a 3 mil 850 personas extranjeras de al menos 18 nacionalidades, con mayor presencia de ciudadanos provenientes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua, así como de Guatemala, Honduras y Argentina.
Muchas de estas personas llegan al país tras ser deportadas de manera inmediata por Estados Unidos, sin documentos ni recursos básicos, lo que complica su integración.
Según Torres Leal, en EE. UU. ingresar sin papeles se considera un delito, mientras que en México se clasifica como una situación de irregularidad migratoria, lo que permite ciertos procesos de regularización mediante multas o trámites administrativos.
A pesar de que un gran número de personas busca permanecer en México, especialmente en Cancún, por las oportunidades laborales, su situación migratoria representa un freno para conseguir empleo formal.
La Fundación ha solicitado al gobierno local, estatal y federal que se agilicen los trámites de regularización y se habiliten mecanismos de apoyo inmediato, como la creación de un albergue para migrantes. Hasta ahora, no hay respuestas oficiales ni acciones concretas.
Torres Leal recordó que, aunque existe el programa “Bienvenidos Paisanos” a nivel nacional, en Cancún los deportados enfrentan dificultades para acceder a servicios básicos por no contar con documentos como CURP, identificación oficial o RFC. Obtener una credencial del INE, por ejemplo, puede tardar al menos diez días, tiempo durante el cual necesitan alojamiento, comida y orientación.
En el caso de los migrantes extranjeros, la situación es más complicada: deben iniciar procesos de regularización migratoria o solicitar refugio, trámites que pueden demorar entre año y medio y dos años. Durante ese período, viven en condiciones precarias y sin acceso a servicios básicos.
Finalmente, Torres Leal reiteró que la Fundación Cisvac ofrece atención humanitaria sin distinción de nacionalidad o estatus migratorio, pero urge una respuesta institucional coordinada para atender esta situación creciente en Cancún.




