- Jesse & Joy destapan sus heridas, luchas internas, conflictos y secretos familiares que los marcaron, y cómo la música se convirtió en su refugio.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- A través de un viaje íntimo y revelador en su serie documental Lo Que Nunca Dijimos, Jesse & Joy destapan sus heridas, luchas internas, conflictos y secretos familiares que los marcaron, y cómo la música se convirtió en su refugio y herramienta de sanación.
Durante los cuatro capítulos, que hoy se estrenan en HBO Max, los hermanos Huerta narran las luces y sombras de su historia familiar, envuelta en un contexto religioso, ya que su padre ejercía como ministro cristiano y debían guardar las apariencias.
“A pesar de que eran temas que hemos visto en terapia por muchísimos años y que, evidentemente, toman tiempo para procesar y sanar, volver a abrir esas heridas, pero ahora sin contención de un profesional, entre los dos cada quien dando su perspectiva fue bastante desafiante”, dijo Joy, en entrevista.
“Físicamente, muy demandante porque estábamos de gira (El Despecho Tour) y grabábamos entre los espacios de descansos, que eran los trayectos en la camioneta”, agregó Jesse.
Con producción de Mandarina Contenidos, los cantautores comparten cómo fueron criados bajo la estricta moral de su padre, Eduardo Huerta, lo cual no les permitió echar raíces ni hacer amistades debido a que iban cantando de iglesia en iglesia.
Uno de los momentos que más marcaron a Joy fue descubrir la doble vida de su papá, quien tenía un romance secreto con una mujer de la iglesia.
Jesse enfrentó la responsabilidad de convertirse muy joven en papá, de una niña llamada Hanna y sin estar casado con su ya esposa, Mónica, quien no era cristiana, y en la serie reveló que, por orden de su suegro, su habitación no tenía puerta.
“Nos ayudó mucho ver lo que estaba pasando el otro mientras nosotros estábamos ocupados, porque éramos unos chamaquitos teniendo problemas existenciales con la edad, de familia, y problemas extraordinarios con la carrera, y suma a eso yo siendo papá.
“Cada uno con sus problemas, pero no todo era problema: también estábamos viviendo ese contraste de cumplir un sueño, el sueño de muchas personas, y más viniendo con este contraste de dificultad”, afirmó.
Mediante testimonios de figuras clave en su vida, como su madre, Michelle; su hermano, Eduardo Huerta; sus productores, Kiko Cibrián y Thom Russo, y el director de A&R de Warner Music, Alejandro Abaroa, el documental muestra la complejidad de esa relación, desde el deseo de ser escuchados en un entorno lleno de expectativas y sacrificios.
Lanzado su primer disco, Esta Es Mi Vida (2006), producido por Cibrián en el Estudio Signature Sound, en San Diego, su carrera despegó.
Los hermanos comenzaron a convivir con más gente de la industria musical y, por primera vez, Joy tuvo un grupo de amigos de su edad que la invitaban a salir y divertirse. Sin embargo, a su papá le gustaba tener el control.
Tras una depresión, para la cantante llegó el momento de emanciparse, para lograr la paz mental, y al consolidar el dueto se mantuvo alejada de su familia. Después obtuvo la libertad financiera.
“La terapia fue lo que me salvó la vida. No pude ponerle nombre a lo que sentía hasta años después de terapia. Sabía que estaba en una depresión durísima, en unos momentos de mi vida en los que dormir era mi momento favorito del día. Quería que todo el día fuera la noche para poder estar así en paz”, recordó Joy.
“Tuvimos mucho valor, fue instintivo, y le agradezco a esos niños las decisiones que tomaron sobre todas las pruebas de la vida, porque la música ha sido nuestro motor, nuestra salvación, y ahí seguimos”, dijo su hermano.
La cantante conoció el amor con Diana Atri, su esposa y pieza fundamental para que hiciera las paces con su padre un par de años antes de su muerte.
El dúo, cuyo disco Lo Que Nos Faltó Decir está nominado al Mejor Álbum Pop Tradicional en el Latin Grammy, tocará el 1 de octubre en el Auditorio Nacional.
Luego de encontrar en el arte un vehículo para sanar y desahogarse, hoy se dan su espacio para proyectos individuales.
Jesse lanzará en 2026 su debut en solitario, Sombrero, el cual escribió en tres semanas, y Joy seguirá explorando el mundo de Broadway luego de haber compuesto los temas del musical Real Women Have Curves.