- El Gobierno de la Ciudad de México buscará convertir los bajopuentes de Calzada de Tlalpan en pequeñas Utopías.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- El Gobierno de la Ciudad de México buscará convertir los bajopuentes de Calzada de Tlalpan en pequeñas Utopías que conjunten servicios culturales, de salud, deportivos con espacios comerciales.
La primera etapa del proyecto prevé la intervención de 12 de los 34 bajopuentes en la vialidad, con una inversión estimada de entre 3 y 4 millones cada uno.
De acuerdo con las autoridades capitalinas, los primeros a intervenir serán los ubicados entre Plaza Tlaxcoaque y el Metro Viaducto, en donde ya se lograron acuerdos con los comerciantes.
“Nosotros nos dimos a la tarea de trabajar en estrecha relación con los cerca de 70 locatarios, y de estos, 30 ya aceptaron la opción de reubicarse en varias plazas comerciales en Avenida Izazaga”, agregó Carlos Mackinlay, director de Servicios Metropolitanos de la Ciudad (Servimet), institución coordinadora del proyecto de recuperación.
Desde el bajopuente de Plaza Tlaxcoaque, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, señaló que se buscará la permanencia de los comerciantes posterior a las obras, además de que tendrán acceso a recursos por desempleo y a créditos semilla.
“Estamos comprometidos en llevar a cabo este trabajo lo más rápido posible y sobre todo a dar alternativa para que no sólo regresen a sus comercios; estos pasos personales son más de 3 mil 600 metros cuadrados de espacio público”, dijo Brugada.
Además de la integración del comercio, los denominados Pasos de la Utopía, también tendrán instalaciones de cuidado como salas de infancias, comedores, servicios médicos, galerías, espacios deportivos y tiendas de comercio autosustentable.
La Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) detalló que la primera etapa arrancará con la intervención de cinco bajopuentes este mismo año, proceso que incluye dictámenes estructurales y levantamientos topográficos para garantizar su seguridad.
“Cada uno de estos pasos a desnivel también tendrá una intervención desde la parte superior para un pequeño módulo de seguridad que permita que el policía que está a cargo de la seguridad del paso a desnivel, suba, y también pueda estar desde la parte superior vigilando”, dijo el titular de la Sobse, Raúl Basulto.
De acuerdo con locatarios reubicados, la principal preocupación es la posibilidad del regreso y el conservar las mismas condiciones y espacio.
“Nos dijeron que las obras durarían entre 6 y 8 meses, y que si había posibilidad de regresar, aunque ya no al mismo bajopuente y no en los mismos locales, confiamos en que se cumplan todos los acuerdos”, comentó Ivett Romero, quien junto con su madre operaban dos locales en el desnivel de Lorenzo Boturini, pero sólo podrán recuperar uno tras el ordenamiento.
Magdalena Barrera, comerciante en Gutiérrez Nájera desde hace 14 años, comentó que las obras previstas abarcan demasiados servicios para espacios tan reducidos, por lo que pidió la prioridad para los locatarios tradicionales.




