- El Ejército completó el desfile del 115 aniversario de la Revolución Mexicana en solo 30 minutos, mucho menos que en años anteriores.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- A diferencia de otros años en los que el recorrido ha durado hasta tres horas, en apenas treinta minutos el Ejército resolvió el desfile cívico-militar del 115 aniversario de la Revolución Mexicana.
Esto entre un marcado operativo inusual y el riesgo constante de coincidir con la segunda marcha convocada por la Generación Z sobre Paseo de la Reforma.
Civiles y militares con radios llevaron las comunicaciones del contingente.
“Libre, libre. Avancen, avancen. Más rápido las unidades”, se oyó en las frecuencias.
El contingente partió del Zócalo de la Ciudad de México a las 11:40 horas y entró al monumento a las 12:09.
La instrucción operativa fue mantener ritmo, cerrar filas y no detener la columna.
En la vanguardia marcharon las unidades históricas, escoltas ecuestres y mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional, encabezados por el general de división Juan José Gómez Ruiz, comandante de la Cuarta Región Militar y responsable de la columna de este año.
Detrás avanzaron elementos del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, junto con vehículos temáticos y agrupamientos conmemorativos.
El trayecto estuvo fuertemente blindado por trabajadores del Gobierno capitalino, especialmente de la Secretaría de Gobierno y dependencias locales, desplegados desde el amanecer sobre 5 de Mayo, 20 de Noviembre y Eje Central para ocupar las primeras filas de las vallas.
Al mismo tiempo, la movilización de la Generación Z avanzó por Paseo Reforma con dirección al Centro Histórico, en su segunda protesta en menos de una semana tras los enfrentamientos del viernes anterior.
En varios nodos de Paseo de la Reforma y Juárez hubo momentos de tensión, cuando apenas unas cuadras separaban a ambas columnas.
Sin embargo, la vanguardia logró llegar al Monumento a la Revolución antes de que la marcha alcanzara esa zona, cumpliendo el objetivo operativo-militar de separar ambos flujos.
El punto neurálgico fue la intersección de Juárez y Reforma, donde por minutos se tensó la posibilidad de encuentro entre dos columnas: una militar, con órdenes de no detenerse; y otra civil, ruidosa, creciente, con pancartas y un ánimo de exhibir inconformidad frente al rumbo del País.
Los mandos definieron que el contingente debía pasar antes de que la marcha juvenil alcanzara la intersección. Esa carrera contra el tiempo terminó imponiendo el ritmo final del desfile.
A diferencia de otros años, la ceremonia perdió su carácter contemplativo. No hubo demostraciones prolongadas de capacidades ni presencia estática de vehículos.
El paso de las unidades blindadas se redujo al mínimo indispensable, mientras que los agrupamientos a pie marcharon como si estuvieran en un desplazamiento táctico. La lógica era mantener la continuidad, evitar puntos muertos y garantizar que el contingente llegara a la meta antes de que la multitud juvenil se aproximara.
De acuerdo con el pase de revista encabezado por el Secretario de la Defensa, Ricardo Trevilla Trejo, el contingente estuvo integrado por más de 3 mil participantes: 2 mil 839 elementos del Ejército, Guardia Nacional y Fuerza Aérea; 28 deportistas militares; 100 charros; 44 civiles y 62 niñas y niños, además de una bandera monumental y cuatro estandartes de guerra.
En tierra, la columna incluyó 34 vehículos terrestres, varios de ellos temáticos, y vehículos antiguos, además de 499 caballos.
La Defensa detalló que el desfile evocó tres episodios clave de la Revolución: el Plan de San Luis, la Marcha de la Lealtad y la Promulgación de la Constitución de 1917, con carros alegóricos que recrearon esas etapas del movimiento.
Una de las novedades fue el énfasis en la participación de las mujeres, y que hubo contingentes y carrozas que llevaron nombres y símbolos de figuras como Sara Pérez Romero, Refugio “Madre Cuca” Esteves, Hermila Galindo y la piloto Emma Catalina Encinas, además de un vehículo con cofia alusiva a la primera enfermera militar del País.
También estuvo considerado el paso de beisbolistas y medallistas pertenecientes a la estructura castrense.
Tras concluir su participación en el desfile por el 115 aniversario de la Revolución Mexicana, cientos de soldados que marcharon a pie fueron instruidos para abordar el Metro como parte del operativo de retorno al Campo Militar No. 1.




