Como no cumple las exigencias físicas de su raza, el joven yautja Dek es exiliado de su clan y para redimirse se dirige a Genna, un planeta remoto donde mora el Kalisk, una presa imposible de cazar; allí, encuentra una aliada inesperada en la sintético Thia, creada por la corporación Weyland-Yutani, con quien forma una alianza en la que descubrirá que hasta el mejor cazador necesita ayuda y amigos…
Tras el inesperado éxito de Prey, que supuso la revitalización de esta franquicia, la saga continúa con una nueva entrega que supone algunos cambios relevantes en la misma. Por principio de cuentas, es la primera cinta de la serie que tiene a la criatura como el personaje principal, ya que hasta antes solo era antagonista o villano. Asimismo, su ubicación temporal en la serie es incierta, ya que no es continuación directa de ninguna cinta previa y algunos elementos en su trama parecen conectarla con el universo de Alien.
Realizada con esmero en lo visual, la película es un espectáculo trepidante cuya realización recuerda la forma de hacer este tipo de cintas en los años ochenta: con apenas la explicación necesaria y abundante acción e imaginación, es un espectáculo visual entretenido. La película encantará a los nostálgicos del género y la franquicia, a la vez de apunta a ganar nuevos adeptos para la serie.
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Depredador, tierras perdidas (Predator, badlands)
Estados Unidos, 2025
Acción, ciencia ficción, fantasía. 107 minutos
Director: Dan Trachtenberg
Reparto: Elle Fanning, Dimitrius Schuster-Koloamatangi
4/5 Chucs




