Despuntan mujeres en otros cielos

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  • Marta Maldonado, capitana de la familia A320 en Volaris, es una de las pocas mujeres que hay en la la aviación comercial del País. Conócela.
AZUCENA VÁSQUEZ / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- “Llegamos a Cancún y un pasajero le dijo a su esposa: ‘¡Mira, es una mujer!’”, cuenta Marta Maldonado, capitana de la familia A320 en Volaris.

En su posición, ella es la máxima autoridad en el aire, la responsable de supervisar las operaciones del vuelo.

Pero llegar hasta ese cargo no es común en el país, ya que en la aviación comercial nacional las mujeres que pilotean no son más de 20 por ciento del total de los pilotos, según cifras de Volaris y de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).

Maldonado tiene 30 años de experiencia y entre sus logros figura haber sido jefa de pilotos de Volaris, la primera en ocupar ese cargo en una aerolínea mexicana.

La aviación le viene de familia: su abuelo tenía una empresa de taxis aéreos y tuvo un acercamiento natural a la profesión, siempre con el apoyo de su madre y abuela, quienes también sabían pilotear aeronaves.

De niña, Maldonado quería ser veterinaria e incluso empezó a cursar esa carrera, pero de forma paralela también estudiaba para piloto y terminó enamorada de los cielos.

Su historia familiar no fue lo único que la condicionó pues hubo otra persona que la alentó para tomar el vuelo: su amiga de la infancia, Elizabeth Abadie, la primera mujer que ocupó el cargo de capitana en una aerolínea comercial en Iberoamérica.

“Yo tenía ocho años cuando conocí a Elizabeth, ella tenía como 18 años. Yo creo que mucho de mi inspiración, de sentir esa seguridad de que lo puedes lograr, fue la imagen de ella, porque somos muy amigas.

“Ella fue, básicamente, así como mi abuela y mi madre, quienes me inspiraron”, relata.

La historia de Abadie no es menor. Fue capitana de vuelo en Aeroméxico y a lo largo de su trayectoria operó cinco aviones diferentes, entre ellos el Boeing 787. En enero de 2020, antes del retiro, su último vuelo fue en esa aeronave en la ruta Madrid-México.

En las empresas hay apertura, afirma Maldonado, pero también se ha enfrentado a tabúes.

Recuerda que antes en Aeromar era obligatorio que en la tripulación de un vuelo siempre hubiera al menos un piloto hombre.

Hace unos 14 años, el capitán programado para un vuelo nacional de la aerolínea no pudo presentarse y ella estaba de reserva, pero la primer oficial también era mujer.

“La compañía se vio en la disyuntiva de mandarnos a las dos o cancelaba el vuelo. No pasó nada, ese fue mi primer vuelo con puras mujeres, porque las sobrecargo también lo eran”, comparte.

Recuerda que dos pasajeras no podían creer que estuvieran al frente sólo mujeres, e incluso aseguraron que todas eran sobrecargos.

“A partir de ese día se acabó el tabú de que no podíamos ir juntas”, señala con una sonrisa. 

Maldonado percibe que, en las diferentes áreas de aviación comercial, como mantenimiento, hay mayor presencia femenina.

“Cada vez me encuentro más y eso me llena muchísimo de orgullo”.

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