- Liam Gallagher aseguró que necesita irremediablemente un trasplante de cadera, pero prefiere evitar el procedimiento quirúrgico.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Liam Gallagher aseguró que necesita irremediablemente un trasplante de cadera, pero prefiere evitar el procedimiento quirúrgico pese a vivir con intensos dolores; aceptaría usar incluso una silla de ruedas.
“Mis caderas están jodidas, tengo artritis, mal. Fui a que me revisaran y mis huesos están machacados. La señora (doctora) decía: ‘Es posible que necesite una operación de cadera, un reemplazo’.
“Creo que simplemente preferiría sentir dolor, lo cual es ridículo, obviamente. Yo sé eso. Pero es el estigma, decir que te han reemplazado las caderas. ¿Qué sigue?”, expresó el rockstar británico, de 49 años, quien fungió como vocalista de Oasis desde 1991 hasta 2009, cuando se peleó con su hermano mayor, Noel, y la banda se separó. A la fecha siguen sin hablarse.
El intérprete de “Shockwave” y “Wall of Glass”, quien ha reducido su actividad física, descartó el procedimiento una vez que le dijeron que podía morir durante la operación, donde el hueso de la cadera es sustituido por un implante artificial.
Bromeó diciendo que su prometida, Debbie Gwyther, podría ser su cuidadora.
“Váyanse a la mierda. No voy a crujir con la cadera rota, gracias. Preferiría estar en una silla de ruedas, con Debbie empujándome, como en (la serie de comedia) Little Britain”, dijo a Mojo, en entrevista.
A Liam le diagnosticaron artritis en las caderas en 2019 por primera vez. Dos años antes le dijeron que tenía un problema de tiroides, la enfermedad de Hashimoto, que afectaba su voz al cantar.
La afección podría provocarle un dolor articular importante. Estudios muestran que quienes lo padecen pueden tener un mayor riesgo de desarrollar artritis reumatoide.
Los médicos le advirtieron a Liam que corriera menos, en un intento de controlar el desgaste; sin embargo, le pidieron que ya no se ejercite en absoluto.
El cantante de “Roll With It” es un corredor habitual que a menudo practica cerca de su casa, en Hampstead Heath, Londres.
“Cuando hace frío, mis caderas son como chasquidos, crujidos y estallidos. Necesito calor. No puedo dormir por la noche por el dolor. Tirando y girando, así que estoy tomando pastillas para dormir a base de hierbas y me han salvado la vida”.
Pese a las dificultades, añadió que estaba dándole batalla al dolor.
“No le tengo miedo a la muerte, sea lo que sea. ¿Por qué debería tenerlo? Va a suceder de todos modos. Es tener miedo de nacer. Voy a seguir haciendo lo que hago hasta que muera”, finalizó.
Tras la entrevista, agradeció a sus fans y medios de comunicación por la preocupación en torno a su salud.
“Gracias por todos los buenos deseos sobre mis caderas, no hay necesidad de toda esa cobertura en los medios, especialmente cuando hay una guerra (en Ucrania)”, escribió en su cuenta de Twitter.
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