La popular Playa del Niño: aquí gozan los cancunenses

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La popular Playa del Niño: aquí gozan los cancunenses
  • La Playa del Niño es un lugar de reunión familiar y de amigos para gozar de un día de descanso a veces con botanas y bebidas.

IGNACIO CALVA

CANCÚN, Q. ROO.- Es sábado por la mañana y las familias ya están instaladas. Padres y madres que tomaron su día de descanso para acudir a Playa del Niño con sus familias y disfrutar de un día de verano a orillas del mar, entre la arena y la sal.

Playa del Niño es conocida como sitio de reunión para ciudadanos locales, y la composición de sus visitantes durante este fin de semana lo deja claro. La mayoría de los asistentes son quintanarroenses o nacionales que visitan a su familia en Quintana Roo, con pocos turistas del extranjero.

El estacionamiento frente a la playa da testigo de esto, la mayoría autos compactos de 4 puertas o camionetas con placas de Quintana Roo y, dispersas entre éstas, algunas de Tabasco, Yucatán, Campeche, incluso del Estado de México. Hay también algunas vans, de las cuales emergen aficionados al buceo que buscaban aquí la experiencia.

Ya en la playa, la mayoría de las familias buscan un espacio con sombra, bajo alguna de las palmeras que echaron raíz aquí, tomando posesión de las palapas que se encuentran asentadas en la arena o bajo el módulo de salvavidas o los juegos para los niños, donde la mayoría instala sus sillas, su hielera y sus toallas para disfrutar del día.

Los grupos de familias se conforman de al menos cuatro integrantes, pero la mayoría excede los seis. Están padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos, organizados en torno a la hielera, las botanas o, en algunos casos, una mesa plegable que trajeron con ellos.

Los niños, de vacaciones, rápidamente corren al mar para meterse a nadar o recoger agua para jugar con la arena. Algunos son primero retenidos por sus padres o madres para aplicarles el bloqueador solar y evitar quemaduras.

Mientras tanto, los otros miembros de la familia abren la hielera y toman sus bebidas, refrescos, aguas y algunas cervezas. También salen las botanas y refrigerios, donde se pueden ver, además de las bolsas de frituras y cacahuates, familias que traen tamales, tacos dorados, sándwiches y otras comidas fáciles de hacer, empacar y sacar para comer sin calentar de nuevo.

Después de un tiempo, los niños regresan hambrientos a comer lo que la familia haya traído, o a pedir que les compren algo que hay en los puestos ambulantes, los que se instalan en el malecón o los que pasan sobre la playa, ofrecen. Hay kibis, empanadas, pizzas, saborines, raspados y botanas varias.

También hay los que ofrecen salvavidas o inflables para jugar en el agua, artesanías, snorkels, incluso un par de músicos para interpretar norteñas, si no traes contigo una bocina para escuchar tu propia música, o la foto con una iguana para el recuerdo.

Algunos papás van al agua con sus hijos, son enterrados o ayudan a enterrar a familiares en la arena, o construir castillos. Los jóvenes, alrededor de las 2 de la tarde, con el sol menos intenso, toman un balón de voleibol y comienzan a jugar en la red provista en la playa.

Sobre las 3 y media a 4 de la tarde, se da el “cambio de turno”. Las familias de la mañana, acabada la comida, bebida y botana, cansados por las actividades, se comienzan a retirar, probablemente a hacer la comida de la tarde. Otros van llegando, cargados más con botanas y bebidas que con alimentos, listos para ahora ser quienes disfruten la playa.

Los comerciantes también comienzan los cambios. Se retiran las pizzas y papas fritas, instalándose las populares marquesitas y las brochetas de camarón a las brasas; por la playa los kibis son sustituidos por bolsitas de cacahuates y gomitas, si bien las artesanías y juguetes inflables continúan.

Por la tarde siguen los niños llegando, pero también los grupos de jóvenes con sus amigos, a disfrutar unas bebidas en la playa y jugando voleibol. El agua se anima más, a una temperatura agradable luego de que el sol ha aplacado su fuerza y el destello del agua es menos pronunciado.

Alrededor de las 6 de la tarde el personal de gobierno cierra los baños públicos y descuelga la red de voleibol, los postes sirviendo ahora como delimitadores del área donde los niños deciden jugar unas cascaritas de futbol.

Algunos de los padres y madres se retiran de la playa, trabajadores del turno nocturno en la Zona Hotelera, mientras sus familias se quedan un poco más disfrutando del día.

Hacia las 7 y media familias empiezan a retirarse, pero la mayoría se queda hasta las 8 y media, disfrutando su velada en la playa, mientras los niños disfrutan el agua cálida en el fresco de la noche, hasta que se agotan las energías y es tiempo de regresar a casa.

La Playa del Niño es un punto popular entre las familias cancunenses durante todo el año, siendo en verano, con los niños de vacaciones, cuando muchos deciden tomar sus días de descanso para asistir y disfrutar del clima cálido, las aguas calmadas y el magnífico ambiente que se crea durante todo el día.

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