- Al retratar la violencia y las condiciones adversas a las que se enfrentan los periodistas en México, en su documental Estado de Silencio, el cineasta Santiago Maza encontró que es una condición generalizada.
MAURICIO ÁNGEL / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Al retratar la violencia y las condiciones adversas a las que se enfrentan los periodistas en México, en su documental Estado de Silencio, que estrenará en el Festival Internacional de Cine de Tribeca, el cineasta Santiago Maza encontró que es una condición generalizada.
En su largometraje sigue a cuatro comunicadores: María de Jesús y Juan de Dios, quienes retratan la crisis migratoria en la frontera con Guatemala; Jesús, quien cubre explotación ambiental y corrupción en Morelos; y Marcos, enfocado en temas de desaparecidos, narcopolítica y crimen organizado.
Si bien cada uno es de una región y una fuente diferente, al acompañarlos en su día a día el realizador descubrió que todos tenían en común la entrega a su profesión para visibilizar a las víctimas.
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“Cada periodista retrata temas que son fundamentales y que lo hagan de forma humana los vuelve peligrosos para el Estado, para el crimen organizado y para el empresariado que se quiere aprovechar y quiere aventajar con corrupción.
“El periodista no busca protagonismo, sino darle luz a los temas que retrata. Poner el foco sobre quien está poniendo el foco fue un reto, ellos se vuelven el enemigo público por ponerle la luz a la llaga”, detalló Maza, en entrevista.
Su documental, producido por La Corriente del Golfo, de Diego Luna y Gael García, comenzó a filmarse en 2019, cuando acompañó a dos de los periodistas en sus recorridos. Pausó por la pandemia y retomó el rodaje con otros dos en 2022.
Para acompañar a periodistas independientes por terrenos difíciles, el equipo de filmación era de apenas seis personas, suficientes para capturar escenas donde todos tenían como prioridad conectar con las personas que tenían frente a ellos y entender sus situaciones.
“Ellos tienen un don social y un don humano, cada día se enfrentan a una nueva realidad y deben ganarse la confianza de autoridades, de migrantes que no tienen papeles y acceden a contarles sus testimonios. Con Marcos acompañamos a madres en la búsqueda de desaparecidos en Sinaloa.
“Vimos a Jesús hablando con gente que estaba cometiendo actos ilícitos y lograba que entendieran sus intenciones para que accedieran a ser retratados”, recordó el documentalista, quien competirá con su filme en la sección Spotlight+.
Así como los periodistas que grabaron buscan amplificar las voces de otros, Luna ha fungido como un megáfono para impulsar este documental.
“Diego ha tomado un rol más central, ha estado involucrado desde el día uno. Es una suerte muy grande que se siente a ver los cortes, a platicar”, reconoció Maza.
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