Elmer Ancona Dorantes
Este lunes, el Gobierno de Estados Unidos hizo una demostración de poder para enviar un mensaje claro al mundo: “Quien se meta con nuestros intereses (negocios, capital) y con nuestro pueblo, verá al mismísimo diablo”.
La “Fiscal de Hierro”, Pam Bondi, lo gritó a los mil vientos; acompañada por la crema y nata de la “Inteligencia” estadunidense, esto es, por los titulares de la DEA, del FBI y por representantes de agencias gubernamentales y fiscales regionales, reiteró la amenaza de Donald Trump.
Todos celebraron la declaración de culpabilidad que hizo Ismael “El Mayo” Zambada, a la que calificaron como una “victoria histórica” ¿Por qué? Porque con lo que dijo ante un tribunal, ya tienen todos los derechos suficientes para intervenir naciones.
Ya no se irán contra gobiernos electos constitucionalmente, supuestamente por los pueblos. No. Ya se irán contra “narco-territorios”, contra “narco-terroristas”, sean políticos, militares y capos de la droga.
La pregunta que debemos plantear aquí es ¿Qué es lo que realmente quiere Estados Unidos con estos escandalosos operativos contra lo que la Administración Trump ha llamado “narco-terrorismo”? Vámonos punto por punto:
1.- Control Total (Internacional): El gobierno de Donald Trump, en esta nueva gestión, no se va con medianías. Quiere el todo por el todo porque eso le da hegemonía. Ante el estrepitoso avance de China y Rusia en el mundo, que van conquistando mercados y territorios, Norteamérica no se puede quedar atrás.
Le están quitando rebanadas de un pastel que le costó demasiado caro. Es un asunto de geopolítica, de guerra silenciosa. El Presidente quiere una “América para los Americanos”, una Europa débil y doblegada, una Rusia disminuida y dividida, una Asia acotada y menos expandida en los negocios. Detesta a los Brics.
2.- Instituciones sí, capos no (América): El objetivo central de Estados Unidos no son los capos de la droga, ellos han sido tan sólo un instrumento para sus intereses, el pretexto ideal durante décadas. Donald Trump va tras los gobiernos populistas de América. Y si no, pregúntenle a Nicolás Maduro que hoy está escondido debajo de las piedras con tal de no ser aprehendido por la justicia norteamericana, o mejor dicho, por las tropas militares que lo tienen cercado.
Al Águila Americana no le conviene tener multitud de gobiernos que andan destruyendo instituciones, porque eso representa un serio peligro para sus industrias. Además, son naciones que día con día llenan el suelo estadunidense no sólo de migrantes latinos, sino de euro-asiáticos y de -según ellos-, de potenciales terroristas.
3.- Vecindades ‘a modo’ (México): A Donald Trump lo que menos le interesa es tener un vecino del sur incómodo, opuesto ideológicamente, generador de contenidos antiyanqui. De acuerdo con la secretaria de Seguridad y la Fiscal estadunidenses, México es un verdadero enemigo de los Estados Unidos de Norteamérica. Y no lo dicen por la añeja migración que se ha dado durante años, sino porque consideran que está sirviendo a los intereses de sus enemigos históricos.
Por supuesto que al gobierno derechista de Trump no le agrada, en lo absoluto, ver al presidente de México reunido y colaborando con los mandatarios Evo Morales, Miguel Díaz-Canel, Lula da Silva, Gustavo Petro, Daniel Ortega, entre otros, algunos de ellos integrantes del Grupo Puebla, un foro de políticos y líderes “progresistas” de América.
La Administración Trump -así se verá pronto-, apostará por un gobierno mexicano “espejo”, de centro-derecha, común a sus propósitos, sin importarle que sea corrupto o no.
En fin, lo que quiere Estados Unidos de México no es amistad, es sumisión (aunque sea velada o encubierta); quiere reconstruir una colaboración diplomática, empática, que permita a los norteamericanos seguir siendo lo que son.
Y si para ello hay que inventar “novelas rojas” donde persiguen, capturan y sentencian a peligrosos narcotraficantes, pues lo harán sin chistar. Y si, de ser necesario, necesitan que rueden cabezas de importantes políticos, gobernantes y militares de los países, lo harán sin miramientos.
Esa es la grandeza de Estados Unidos, según ellos. El legendario “América para los Americanos” no es un simple invento, sino una auténtica realidad.
@elmerando