- En el primer día de “puertas abiertas” en la Suprema Corte, una mujer se desnudó en el vestíbulo.
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CIUDAD DE MÉXICO.- En el primer día de “puertas abiertas” en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Silvia Castillo Hernández, madre del joven Alan Ibarra Castillo, asesinado e incinerado en 2019, se desnudó en el vestíbulo.
Ante este hecho, la entrada principal volvió a ser cerrada hasta que personal le ofreció ser atendida.
“Así estoy desnuda de justicia”, alcanzó a decir Castillo Hernández cuando ya se había bajado la ropa y fue rodeada por personal de resguardo.
La mujer había llegado cerca de las 11:00 horas con lonas y un altavoz con los que denunciaba la falta de castigo a los verdaderos responsables del asesinato de su hijo y el maltrato de jueces.
Castillo Hernández sostuvo que ayer, cuando los nuevos ministros de la Suprema Corte rindieron protesta, había intentado tener audiencia, pero no fue atendida.
“Los responsables son parientes de abogados, los jueces me violentan, malditos jueces, porque no tengo dinero, no tengo dinero para comprar la justicia, no tengo dinero! ¿Dónde está el cambio? ¡Quiero ver el cambio!”, gritaba.
Mientras denunciaba también a la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, por presuntamente revictimizarla, ésta pasó caminado hacia el Zócalo, sin detenerse.
“¡Esa es la Piedra! ¡Me prometió un abogado y no cumplió!”, gritó la inconforme.
Las puertas volvieron a abrirse unos 15 minutos después, luego que se asomara personal de la Suprema Corte, aunque no precisaron de qué área.
Castillo Hernández no ha sido la única ciudadana en acudir hasta la entrada de la Suprema Corte, una vez que ayer su nuevo presidente, el Ministro Hugo Aguilar, prometió una institución de puertas abiertas y cercana al pueblo.
Varias personas han llegado esta mañana, intentando informar de sus casos o conocer simplemente el edificio, pero les han dicho que tienen que agendar una visita guiada por correo.
Una mujer de 84 años se fue llorando porque no le quisieron tomar nota de su caso, un supuesto de despojo de su casa en el Estado de México
“Triste, muy triste, porque no me no me pueden ayudar. Vine porque ayer fue el como dijéramos el estreno. Yo estaba esperándolo desde mayo que iban a venir hasta el primero de septiembre con la ilusión de que me ayudaran aquí y no me quieren ayudar”, dijo María Mercedes.
Un hombre con un bastón con un pequeño cráneo en la empuñadura, logró pasar al vestíbulo y solicitar su visita guiada, pero le dijeron que volviera a preguntar la próxima semana.
De todos modos, se fue tranquilo pues dijo que con los nueve ministros, elegidos por voto popular y cercanos a Morena, el tribunal va a cambiar.