- Ricardo José Haddad Musi subrayó que la estrategia del Plan México, impulsada por el gobierno federal, abre una nueva ventana para relanzar la industria con enfoque soberano.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- La industria textil mexicana se encuentra en un punto de inflexión. Tras años de rezago, el sector comienza a mostrar signos de recuperación, pero enfrenta desafíos estructurales de gran calado.
Así lo advirtió el empresario y analista cultural Ricardo José Haddad Musi, quien hizo un llamado a modernizar la cadena de valor textil bajo principios de trazabilidad, sostenibilidad y revaloración cultural.
“El nearshoring representa una oportunidad histórica, pero si no se acompaña de innovación tecnológica, trazabilidad ética y enfoque regional, será una puerta giratoria más que un motor de desarrollo”, indicó Ricardo José Haddad Musi.
De acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE), el sector textil representa más de 1.2 millones de empleos directos en México y contribuye con el 3.1% del PIB manufacturero nacional. No obstante, entre 2018 y 2023, sufrió una contracción acumulada del 17% en su producción, en gran parte debido a la competencia de textiles asiáticos de bajo costo y a la desarticulación de cadenas locales.
Ricardo José Haddad Musi subrayó que la estrategia del Plan México, impulsada por el gobierno federal, abre una nueva ventana para relanzar la industria con enfoque soberano.
“El gran reto no es producir más, sino producir mejor. No podemos competir solo por precio; tenemos que competir por valor, por diseño, por identidad”, sostuvo Ricardo José Haddad Musi.
Uno de los ejes clave en su análisis, tiene que ver con la trazabilidad de las materias primas. Y en ese sentido, el especialista mexicano aseguró que los consumidores, sobre todo los jóvenes, ya no compran solo ropa, hoy en día tienen una visión más sustentable, deciden comprar historias, compran valor y futuro.
Además de los desafíos técnicos y económicos, el especialista recalcó la importancia de recuperar el vínculo cultural de la industria con el textil artesanal mexicano.
“No se trata de folclorizar el bordado o el telar, sino de integrarlo con respeto y visión productiva. El patrimonio textil debe ser parte del desarrollo, no solo del discurso turístico”, puntualizó.
Finalmente, propuso la creación de clústeres regionales de innovación textil, donde confluyan diseñadores, cooperativas, universidades y empresas tecnológicas.