- A 35 años de su lanzamiento, El Circo conserva su vigencia y es una pieza esencial en la historia de La Maldita Vecindad.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- A 35 años de su lanzamiento, El Circo conserva su vigencia y es una pieza esencial en la historia de La Maldita Vecindad, cuyos integrantes expandieron sus horizontes musicales al fusionar rock, punk, ska y ritmos tradicionales con una libertad inusual para la época.
Con canciones como “Solín” o “Don Palabras”, que hablan de personajes urbanos, la banda irrumpió con un discurso distinto, uno que hablaba desde la calle y sonaba al barrio.
“Es una música que verdaderamente nace desde el corazón del barrio y la comunidad. No es solamente nuestra música, sino que ya representa las vivencias, las memorias, los recuerdos, las imágenes de millones de seres humanos a través de las generaciones y esa es la gran magia para trascender el tiempo y el espacio”, dijo Roco Pachukote, vocalista de La Maldita Vecindad, en entrevista.
Para conmemorar los 35 años de este álbum, el cantante emprendió un ejercicio de memoria para revisitar los temas que han marcado a las generaciones, así como también el proceso creativo para componerlo.
Desde su portada hasta sus letras, este disco condensó una propuesta sonora, estética y política que rompió con la narrativa que dominaba el rock mexicano de la última parte de los 80.
“De plano, nosotros cuando hicimos El Circo dijimos ‘ya nos van a dar la carta de retiro en la compañía disquera’ porque en el primer disco hicimos lo que quisimos y en este segundo también.
“Nunca pensamos en que una canción, por ejemplo ‘Solín’, que es una mezcla rarísima de géneros y de los faquires callejeros, acabará siendo tan querida y tan emblemática de la cultura popular cuando musicalmente es muy poco común”, afirmó.
La banda apostó por retratar la realidad urbana con todas sus matices y colores, desde la vida cotidiana del trabajador hasta las tensiones sociales en espacios como la vivienda popular o el transporte público.
Optaron por abrir un espacio para crear el mestizaje musical en el que incluyó ska, punk, danzón, reggae y son jarocho como un vehículo para narrar realidades complejas.
Sus canciones se convirtieron en un espejo de sectores históricamente marginados, sin dejar de lado el ser un canal para imaginar otras posibilidades de comunidad y goce colectivo.
“Tenemos lo que ahora se llama la ‘sonósfera’. Logramos meter en el disco el ambiente sonoro de la Ciudad de México: los merolicos, vendedores callejeros, organillero y camotero.
“Todos esos sonidos que son tan particulares de México los pusimos también ahí y no hay otro grupo que haya utilizado eso y que haya tenido tanta repercusión popularmente”, mencionó.
La celebración de este aniversario será mañana en el Velódromo Olímpico con un concierto llamado Reggae y Ska en la Vecindad, donde los miembros de Gondwana serán invitados especiales.
“Vamos a tener invitados escénicos. Hace 10 años dimos un concierto de 25 años de El Circo en la Carpa Astros y lo que hicimos fue inventar y mostrar un circo con acróbatas y todo.
“Entonces eso es un poco de lo que queremos retomar ahorita en el Velódromo, tener más que nada invitados escénicos para seguir ambientando estas canciones”, puntualizó.
Desde su trinchera, Roco Pachukote quiere mantener viva la visión de la música para generar conciencia y fomentar la participación activa de sus fans en cada concierto.