- La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que, sin embargo, está llamada a convertirse en cada vez más frecuente en México.
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CIUDAD DE MÉXICO.- La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que, sin embargo, está llamada a convertirse en cada vez más frecuente en México por el propio envejecimiento de su población, advierte Mónica Caló.
La gerente regional para América Latina de la Fundación Internacional para la Osteoporosis (IOF, por sus siglas en inglés) urge a impulsar la prevención de la enfermedad y el cuidado de la salud ósea.
“Es una enfermedad en que los huesos se vuelven porosos y pierden fuerza, se debilitan y se tornan más proclives a fracturarse, a quebrarse. La consecuencia más temida de la osteoporosis son las fracturas por fragilidad. No se producen por trauma, sino, generalmente, por una caída desde la propia altura o haciendo un movimiento muy simple y cotidiano”, apunta en entrevista.
En México se producen al año, alerta, 2 mil fracturas por fragilidad por cada 100 mil habitantes, y estima que ese número de fracturas se va a multiplicar por 7 para el 2050.
“Cada vez vamos a tener una proporción del grupo etario de mayores de 50 años más grande. En México, va a ser el 35 por ciento de la población con una esperanza de vida calculada en un poquito más de 80 años”, detalla.
“Como la osteoporosis en general se da en mayores de 50 años, el número potencial de personas que pueden estar afectadas por esta enfermedad, por esta dolencia crónica, es inmenso y puede ser una carga importante para todos los sistemas de salud”.
El cuidado de la osteoporosis y otras enfermedades crónicas musculoesqueléticas que afectan a los adultos mayores, lamenta, no son una prioridad de salud pública.
Los Gobiernos, insiste, tienen que entender que esto va a tener un impacto importante.
Destaca que el IMSS ha puesto en marcha la implementación de unidades de ortogeriatría en 38 de sus hospitales.
Mientras se avanza en esa ruta de política pública, subraya, lo urgente es promover la prevención, particularmente entre las mujeres, más propensas a desarrollar la enfermedad.
“La osteoporosis se diagnostica a partir de los 50 años, que es en el momento en que en las mujeres se produce la menopausia y la pérdida de estrógenos y eso afecta al proceso de creación de tejido óseo”, apunta.
Pero, subraya, no es una enfermedad exclusiva de las mujeres y la prevención debe involucrar también a los hombres.
“Es importante educar a las personas para que se cuiden, educar en la prevención y entender que la osteoporosis puede prevenirse durante toda la vida a partir de la nutrición adecuada, la ingesta adecuada de calcio, proteína, los niveles adecuados de vitamina D”, recomienda.
En un escenario de mayor esperanza de vida, subraya, el cuidado de la salud ósea adquiere especial relevancia.
“Si bien vamos a vivir muchos más años, lo importante es que podamos vivir esos años con una buena calidad de vida, y nuestra calidad de vida está muy ligada a nuestra capacidad de mantenernos, de independencia, de poder movernos, de no requerir de depender de otros o poder seguir viviendo en nuestra casa”, indica.
A CAMINAR
La IOF y otras organizaciones civiles pondrán en marcha el próximo lunes 20 de octubre, en el marco del Día Mundial de la Osteoporosis, la campaña “Camina por tus huesos”.
Es un llamado a cuidar la salud ósea a través de adoptar un hábito tan simple como caminar 3 veces por semana, o una vez por semana, explica Caló.
“La idea es empezar, incorporar la actividad física a la rutina diaria, porque está comprobado que realizar ejercicio mínimo con el propio peso, sin necesidad de equipamiento, puede ser muy beneficioso a todas las edades para formar hueso y hacer que nuestros huesos sean más fuertes, más duros y prevenir enfermedades como la osteoporosis”, señala.
El ejercicio y la actividad física pueden llegar a mejorar la densidad mineral ósea, que es lo que determina la fortaleza de los huesos entre un 1 y un 15 por ciento en las personas adultas. Es fundamental para no tener fracturas por fragilidad.
Lo ideal sería hacerlo 3 veces por semana durante 30 minutos, indica, pero para empezar, plantea, todo esfuerzo vale.
“La idea es que que tratemos de mantener el nivel de esfuerzo, que haya un mínimo de sudoración, porque eso es lo que realmente es un indicativo de que nos estamos moviendo y que estamos produciendo algún tipo de impacto en nuestros músculos y huesos”, señala.




