- El titular de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, sostuvo en Michoacán una reunión de alto nivel con los productores de limón.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Una semana después del asesinato de Bernardo Bravo Manríquez, líder de los citricultores del Valle de Apatzingán, el titular de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, sostuvo en esa localidad una reunión de alto nivel con los productores de limón.
Los productores de limón de Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec han denunciado por años el control del crimen organizado sobre el comercio del fruto, mediante el cobro de piso, secuestros y amenazas.
El homicidio de Bravo Manríquez, perpetrado el pasado 20 de octubre, desató la indignación del gremio y el llamado urgente a las autoridades para exigir la presencia de las autoridades federales.
“Por instrucciones de la Presidenta Claudia Sheinbaum, con el General Secretario Ricardo Trevilla, titular de la Defensa, nos reunimos con productores de limón, el Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y otras autoridades locales, en Apatzingán, Michoacán, para escuchar sus inquietudes y fortalecer las acciones conjuntas frente a los delitos de extorsión y cobro de piso”, informó García Harfuch en su cuenta de X.
Durante la mesa de diálogo, en las instalaciones de la 43 Zona Militar, en Apatzingán, se acordó reforzar la presencia de fuerzas federales en los municipios con mayor incidencia delictiva y establecer un canal directo de comunicación con las asociaciones de productores para facilitar denuncias y coordinar operativos.
“Se reforzarán las operaciones conjuntas del Gabinete de Seguridad, la Fiscalía de Michoacán y la Secretaría de Seguridad de Michoacán, así como las acciones de investigación e inteligencia para proteger al sector productivo y detener a quienes amenacen la paz de Michoacán”, abundó el funcionario federal.
Sobre el homicidio del líder de los citricultores, García Harfuch sostuvo que no quedará impune.
Por su parte, el Gobernador Ramírez Bedolla insistió en la recuperación de la seguridad en la región.
“Seguiremos sumando esfuerzos para garantizar condiciones dignas para el campo michoacano, que es el corazón de nuestro estado”, destacó en su cuenta de X.
Fuentes estatales señalaron que durante el encuentro entre limoneros y autoridades también se discutieron estrategias de inteligencia financiera para ubicar el flujo de dinero de las redes de cobro de piso y mecanismos de protección y acompañamiento a víctimas que decidan denunciar.
En contraste, a las afueras del cuartel militar, decenas de limoneros esperaban los resultados de la reunión con la esperanza de un cambio.
“Llevamos años pagando cuotas al crimen. Si no lo haces, te matan o te queman el rancho. Queremos volver a trabajar sin miedo”, dijo uno de los productores a Grupo REFORMA.
Los verdaderos limoneros no fuimos invitados”, advirtió uno de ellos.
El Valle de Apatzingán, produce alrededor del 25 por ciento del limón mexicano, pero enfrenta desde hace más de una década la disputa entre grupos criminales como Los Viagras, el Cártel Jalisco Nueva Generación y remanentes templarios, que utilizan el control del comercio y transporte del fruto como fuente de financiamiento.




