- Limpia Suprema Corte rezago de más de 30 años sobre el emblemático caso de las “Muertas de Juárez”.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- A más de treinta años del auge del fenómeno conocido como Las Muertas de Juárez, la justicia mexicana ha logrado dejar firme una sentencia por uno de los casos más atroces vinculados a la red de feminicidios y trata de personas que marcó a Ciudad Juárez como epicentro de la violencia de género en América Latina.
El caso abordado en el Amparo Directo en Revisión 1953/2025, resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, confirma la condena a uno de los implicados por los delitos de trata de personas y homicidio agravado.
Los hechos ocurrieron entre 2009 y 2012, cuando el hoy sentenciado —en coautoría con otros— captó, retuvo y trasladó a once mujeres con fines de explotación sexual y narcotráfico, para posteriormente asesinarlas. Sus restos fueron localizados en la localidad de Valle de Juárez.
Este episodio, apenas una de las múltiples tragedias registradas durante más de tres décadas en la región, forma parte del largo expediente social y judicial de los feminicidios en el norte de México, fenómeno que ha sido documentado por organismos internacionales y activistas como una forma sistemática de violencia de género, con graves omisiones del Estado mexicano.
Una sentencia que tardó más de 30 años
El acusado, quien recurrió hasta la última instancia en busca de amparo alegando tortura, violaciones al debido proceso y presunción de inocencia, no logró revertir su condena. La Suprema Corte desechó su recurso al considerar que el tribunal colegiado aplicó correctamente la doctrina constitucional sin vulnerar derechos fundamentales.
Aunque el recurso fue negado por “no revestir interés excepcional”, la resolución marca un momento simbólico: más de tres décadas después del inicio del fenómeno, uno de los responsables materiales queda legalmente condenado de forma definitiva.
Cifras que siguen doliendo
Las cifras son tan oscilantes como alarmantes. De acuerdo con un estudio del Colegio de la Frontera Norte, entre 1993 y 2010 se registraron 887 feminicidios en Ciudad Juárez. No obstante, otras fuentes elevan esa cifra a 1 884 asesinatos de mujeres hasta 2019, y reportes académicos estiman que más de 300 mujeres desaparecieron entre 1993 y 2003, muchas encontradas mutiladas.
Durante años, estos crímenes se intentaron minimizar o desvincular del aparato estatal. Bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, las primeras versiones oficiales apuntaron a una supuesta red de trata sin complicidad de autoridades, buscando cerrar el caso y evitar una escalada mediática. No obstante, investigaciones posteriores y sentencias internacionales como el Caso Campo Algodonero desnudaron las omisiones, negligencia e incluso posible participación institucional.
Impunidad persistente
A pesar de algunos avances judiciales, la impunidad sigue siendo la constante. La resolución del amparo 1953/2025 es una excepción dentro de un mar de casos sin resolver, donde cientos de familias continúan esperando justicia.
Hoy, Ciudad Juárez sigue siendo un punto crítico para los derechos de las mujeres en México. Y aunque la sentencia en cuestión no cierra las heridas abiertas, representa un acto tardío —pero indispensable— de justicia en una historia marcada por el silencio, la omisión y el dolor.




