- La Limpieza de Playas número 41 no fue sólo un acto de retiro de desechos, sino una contundente muestra de la sinergia entre la comunidad, organizaciones civiles y autoridades.
IGNACIO CANUL
SANTA CLARA, YUC.- El sol apenas calentaba la arena de Santa Clara cuando cerca de 20 voluntarios se congregaron, listos para un encuentro que ya se ha vuelto fundamental para la salud del litoral yucateco: una nueva jornada de limpieza de playas.
Esta vez, la Limpieza de Playas número 41 no fue sólo un acto de retiro de desechos, sino una contundente muestra de la sinergia entre la comunidad, organizaciones civiles y autoridades.
La iniciativa, impulsada por el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), reunió nuevamente a Limpiemos Yucatán y Ecoce A. C., contando con la crucial colaboración del Ayuntamiento de Dzidzantún.
La meta era clara: fortalecer la cultura ambiental y proteger la rica biodiversidad de este rincón costero.
Desde temprano, los voluntarios, equipados con guantes y bolsas, recorrieron la franja de playa. La imagen era la de un grupo diverso, unido por un propósito común: devolverle su esplendor al entorno natural.
No se trataba sólo de quitar lo visible, sino de asumir una responsabilidad ambiental compartida.
El esfuerzo de la mañana se tradujo en una cifra que habla por sí misma: se recolectaron 183.4 kilogramos de residuos.
Entre el botín de la marea y la negligencia humana se encontraron plásticos, vidrio, aluminio y una variedad de basura de uso común que, de no ser retirada, continuaría degradando el ecosistema.
Francisco Javier Alfaro Espinosa, jefe del Departamento de Manejo Integral de Residuos de la SDS, destacó la doble importancia de estas acciones.
No sólo se contribuye a retirar los residuos que dañan la biodiversidad marina, sino que se fortalece el trabajo conjunto entre la sociedad y el gobierno, un pilar esencial para la conservación sostenida de las costas.
La participación comunitaria fue reconocida como el factor esencial para el éxito de la jornada. Eduardo Borges, director de la Zona Marítima Terrestre de Dzidzantún, subrayó la importancia de la comunidad de Santa Clara y lanzó un llamado a integrar a más jóvenes en este tipo de iniciativas.
Para él, la unión comunitaria es la llave maestra para recuperar las buenas prácticas de convivencia con el entorno.
La SDS enfatizó que el trabajo voluntario es la base para reducir la contaminación y, simultáneamente, sembrar una conciencia colectiva profunda.
Estos espacios naturales no son ajenos, sino que forman parte de la vida cotidiana y el patrimonio de las familias yucatecas.
Al finalizar la jornada, con la playa notablemente más limpia, quedó la certeza de que proteger la costa yucateca es una tarea continua, donde cada kilogramo retirado y cada hora de esfuerzo voluntario son un paso firme hacia un litoral más sano y un futuro más sustentable.
El “Renacimiento del campo” y la protección de las costas caminan de la mano en Yucatán, demostrando que la unión hace la fuerza, incluso contra la marea de la contaminación.




